“El presidente ruso, Vladimir Putin, ha decidido aumentar el número de las Fuerzas Armadas a 1,5 millones de efectivos militares. Solo es posible garantizar la seguridad militar del Estado y proteger nuevas entidades federadas e instalaciones críticas si fortalecemos los componentes estructurales clave de las Fuerzas Armadas”, señaló el titular de Defensa de Rusia, Serguei Shoigu, en una reunión con la plana mayor de su ministerio.
Según la agencia oficial TASS, las Fuerzas Armadas de Rusia cuentan con 2 millones de personas, de los que 1.150.628 son militares, tras entrar en vigor el 1 de enero un decreto de Putin para aumentar en 137.000 personas el número de personal militar.
Shoigu anunció además la creación de un cuerpo del Ejército en la frontera con Finlandia y de agrupaciones de tropas en las regiones ucranianas anexionadas. Y recalcó que “los cambios a gran escala en la composición de las Fuerzas Armadas, un aumento en su número, un cambio en la división militar-administrativa de Rusia, que se llevará a cabo entre 2023 y 2026″, requerirán la toma de decisiones apropiadas.
El ministro explicó que se crearán dos nuevos distritos militares, los de Moscú y Leningrado, así como agrupaciones de fuerzas en los territorios de “las nuevas entidades constitutivas” de Rusia, es decir las regiones de Jersón, Zaporiyia, Donetsk y Lugansk, anexionadas en septiembre por la Federación. Shoigú indicó que además se formará un cuerpo de Ejército en la República de Karelia, fronteriza con Finlandia, tres divisiones de fusileros motorizados como parte de las Fuerzas Terrestres y dos divisiones de asalto aéreo en las Fuerzas Aerotransportadas.
A su vez, adelantó que se reorganizarán en siete brigadas de fusileros motorizados en los distritos militares occidental, central y oriental y en la Flota del Norte, y se fortalecerá el componente de combate de la Armada, las Fuerzas Aeroespaciales y las Fuerzas de Misiles Estratégicos.
El ministro llamó especialmente la atención sobre el hecho de que todas las medidas deben combinarse en un Plan Integral para aumentar la composición y la fuerza del Ejército, y sincronizarse con la entrega de armas y equipo militar, así como con la construcción de infraestructuras para el despliegue de las tropas y la formación de especialistas.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo a su vez que el aumento del número de los efectivos para el Ejército se debe a la “guerra proxy” que libra el “Occidente colectivo” contra Rusia. Esta “guerra proxy”, agregó, incluye elementos “económicos, financieros, legales” y cuenta con la participación “indirecta” de países occidentales en el enfrentamiento con Rusia.