Este domingo, autoridades rusas confirmaron que atacaron tres centros de entrenamiento militares en el norte y oeste de Ucrania. Uno de ellos cerca de la frontera polaca, días antes de una cumbre de la OTAN, de la cual Polonia es miembro.
Estos bombardeos fueron realizados con “armas de alta precisión de fuerzas aeroespaciales rusas y misiles (de crucero) Kalibr”, indicó el ministerio ruso de Defensa en un comunicado.
Entre los blancos apuntados figura un centro de entrenamiento militar de las fuerzas ucranianos en el distrito de Starytchi, en la región de Leópolis, a unos treinta kilómetros de la frontera polaca.
Los otros dos centros de entrenamiento ucranianos atacados se encuentran en la región de Jytomyr (centro oeste) y la región de Chernígov (norte).
El vocero del ministerio, Igor Konashenkov, citado en el comunicado, no precisó dónde ni cuándo fueron lanzados esos misiles, pero Ucrania anunció el sábado que Rusia efectuó ese día ataques desde Bielorrusia, país fronterizo al norte.
Con estos bombardeos, Rusia recuerda una vez más que es capaz de alcanzar cualquier lugar del territorio ucraniano, a pesar de que lo esencial de sus operaciones se llevan a cabo actualmente en el este y sur del país.
Duro cuestionamiento de Joe Biden a los ataques rusos
Tras los nuevos bombardeos de Rusia contra Ucrania, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, calificó las acciones bélicas como “barbarie”, durante la cumbre del G7 en Alemania.
“Es más de su barbarie”, contestó Biden a los periodistas que le preguntaron sobre los ataques rusos contra un barrio residencial de Kiev, durante la cumbre que tiene lugar a pie de los Alpes en la región alemana de Baviera.
