Rusia amenaza con multas de hasta 51 mil dólares a civiles y empresas que promuevan una vida sin hijos

Se trata de una nueva normativa impulsada por el partido gobernante Rusia Unida y recientemente aprobada en la Duma Estatal. El argumento, protejer los “valores tradicionales”.

Rusia amenaza con multas de hasta 51 mil dólares a civiles y empresas que promuevan una vida sin hijos
Multarán con hasta 51 mil dólares a civiles y empresas que promueban una vida sin hijos

En Rusia, las autoridades han dado un paso más en su cruzada por la protección de los “valores tradicionales” al aprobar una ley que prohíbe la promoción de un estilo de vida sin hijos. La nueva normativa, impulsada por el partido gobernante Rusia Unida y recientemente aprobada en la Duma Estatal, impone severas sanciones para aquellos civiles o empresas que alienten a la población a no tener descendencia, con multas que pueden ascender hasta los 51 mil dólares.

El principal argumento detrás de esta legislación es la necesidad de proteger la estructura familiar, contrarrestar la despoblación y evitar lo que los defensores de la medida consideren una degradación de las instituciones públicas. Según la nueva normativa, los individuos que promuevan o difundan mensajes que aboguen por una vida sin hijos podrán enfrentar multas que oscilan entre los 400 mil rubros (aproximadamente 4.124 dólares). Sin embargo, las sanciones para organizaciones, incluidos medios de comunicación, editoriales y plataformas de streaming, son significativamente más altas, llegando hasta los 5 millones de rubros (51.546 dólares).

El partido Rusia Unida ha defendido esta reforma legal argumentando que busca proteger los valores tradicionales que, a su juicio, son fundamentales para la estabilidad y el desarrollo del país. Uno de los temas más urgentes para el Kremlin es la creciente despoblación en Rusia, una preocupación que se ha intensificado en los últimos años debido a las bajas tasas de fertilidad y al éxodo de jóvenes en busca de mejores oportunidades en el extranjero.

En Rusia, las autoridades han dado un paso más en su cruzada por la protección de los "valores tradicionales" al aprobar una ley que prohíbe la promoción de un estilo de vida sin hijos.
En Rusia, las autoridades han dado un paso más en su cruzada por la protección de los "valores tradicionales" al aprobar una ley que prohíbe la promoción de un estilo de vida sin hijos.

Sin embargo, esta nueva ley no ha estado exenta de críticas. Un grupo reducido de legisladores se ha opuesto a la medida, argumentando que prohibir la promoción de una vida sin hijos no resolverá los problemas demográficos del país. Incluso han advertido que podría tener consecuencias contraproducentes, como un aumento en las denuncias infundadas y la creación de un ambiente de censura que afecta la vida privada de los ciudadanos.

Vyacheslav Volodin, presidente de la Duma Estatal, ha acusado a quienes se oponen a la ley de actuar en contra de los intereses nacionales. “Aquellos que no apoyan esta reforma están claramente en contra de nuestro país y de la protección de nuestros valores”, declaró Volodin durante la votación.

Reacciones de la comunidad internacional

Organizaciones de Derechos Humanos han expresado su preocupación por el impacto de esta ley. Tania Lokshina, directora asociada de Human Rights Watch, criticó la medida al considerarla una intromisión en la vida privada de las personas. “El Kremlin debería abandonar su intento de controlar la vida privada de las personas y suspender su dañina cruzada en favor de los ‘valores tradicionales’. Tener o no hijos es una decisión que corresponde a los individuos, no a los políticos de la Duma” , afirmó Lokshina.

Por su parte, Andrew Stroehlein, director editorial y de medios de comunicación para Europa, coincidió con Lokshina, al señalar que la nueva ley viola principios fundamentales de libertad individual y privacidad. “Ningún gobierno o político debería decirle a las personas que tengan hijos o no. Se trata de conceptos básicos de libertad individual, privacidad y no discriminación, ampliamente entendidos en todo el mundo”, subrayó Stroehlein.

La promulgación de esta ley llega en un contexto de preocupación creciente por la crisis demográfica en Rusia.
La promulgación de esta ley llega en un contexto de preocupación creciente por la crisis demográfica en Rusia.

Tasa de fertilidad a la baja: una crisis demográfica en Rusia

La promulgación de esta ley llega en un contexto de preocupación creciente por la crisis demográfica en Rusia. Según un informe reciente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la tasa de fertilidad en Rusia es de 1,45 hijos por cada mujer, muy por debajo de los 2,1 necesarios para mantener los niveles de población. Este declive ha llevado a estimaciones preocupantes que indican que la población rusa, que actualmente se sitúa en poco más de 144 millones de personas, podría caer a entre 124 y 130 millones para el año 2100.

El medio de comunicación independiente Holod, citando al demógrafo Aby Shukyurov, señala que una de las principales causas del declive demográfico es el desgaste natural de la población, especialmente en las generaciones más jóvenes. Aunque algunos expertos se muestran optimistas ante la posibilidad de que la generación nacida durante el “baby boom” de 2007 pueda mejorar las cifras de natalidad, Shukyurov cree que esto no será suficiente para revertir la tendencia.

Además, la guerra en Ucrania ha exacerbado la crisis demográfica en Rusia. Según datos publicados por The Wall Street Journal, el conflicto ha causado la muerte de aproximadamente 400 mil soldados rusos desde su inicio, una cifra significativamente mayor que las estimaciones oficiales del gobierno ruso, que sitúan las bajas en unos 12 mil soldados.

Un antecedente: la prohibición de la propaganda LGBTIQ+

La ley que prohíbe la promoción de una vida sin hijos sigue el patrón de otras legislaciones restrictivas aprobadas por la Duma Estatal en los últimos años. En 2022, se aprobó una ley que prohíbe la propaganda LGBTIQ+ dirigida a adultos, ampliando una legislación anterior de 2013 que limitaba la promoción de este tipo de contenido solo a menores de edad.

Al igual que con la ley actual, los defensores de la prohibición de la propaganda LGBTIQ+ afirmaron que su objetivo no era censurar, sino proteger a las generaciones más jóvenes de lo que consideraban influencias perjudiciales para los valores tradicionales. Sin embargo, los críticos de la medida señalan que la ley ha llevado a una censura generalizada, afectando no solo a la comunidad LGBTIQ+ sino también a sectores culturales y artísticos.

En un ejemplo reciente, un tribunal en la ciudad de Nizhny Novgorod multó a una cadena de librerías con 500 millones de dólares (más de 5 mil dólares) para vender una novela que incluía descripciones de relaciones entre personas del mismo sexo. Este caso ilustra cómo la aplicación de la ley ha tenido un impacto significativo en la libertad de expresión y la diversidad cultural en el país.

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