El expresidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, reafirmó su posición en relación al polémico beso que le dio a la jugadora Jenni Hermoso, asegurando que fue un gesto “consentido” y “mutuo”, sin ninguna connotación sexual.
En una entrevista con el programa de televisión británico Piers Morgan Uncensored, Rubiales explicó que el beso fue el resultado de un momento de alegría compartido después de una victoria. Según sus palabras, “fue un acto mutuo, ella vino hacia mí muy feliz. Ella me levantó, me levantó en el aire… Ambos estábamos emocionados”.
Rubiales continuó explicando “Tuve una conversación rápida con ella. Nos felicitamos. Le di un beso rápido. Le pregunté ‘¿puedo darte un ‘piquito’ rápido?, algo normal en nuestro país”, añadió Rubiales en la entrevista.
El expresidente de la RFEF subrayó que en ningún momento hubo connotaciones sexuales en el beso y que simplemente fue una expresión de felicidad compartida en ese momento. “Esto ha resultado ser una bola de nieve creada con argumentos espurios. Mis intenciones eran nobles, 100% no sexuales, 100%, repito 100%”, insistió Rubiales, según la AFP.
También justificó sus abrazos y su efusividad afirmando que “creo que los latinos, por una cuestión cultural, somos más de tocarnos, es bastante normal en un mundo latino entre chicos y chicas”.
Rubiales admitió sentirse “avergonzado” por su comportamiento en el palco del estadio de Sídney, junto a la Reina Letizia, y respecto al beso insistió en que “cometí un error y me disculpé de manera sincera”. En el Palco, el expresidente de la RFEF se habría rascado la entrepierna ante la presencia de la realeza, hecho que también fue cuestionado por la prensa del mundo.
“Un presidente puede dar un abrazo, pero tiene que actuar de más diplomática y fría”, añadió.También negó cualquier intención detrás de sus gestos en el palco durante el evento.
Sin embargo, este gesto generó una gran controversia y llevó a la suspensión de Rubiales por parte de la FIFA durante 90 días. Además, enfrenta una investigación por un presunto delito de agresión sexual en la justicia deportiva española, con una citación para declarar en la Audiencia Nacional.
En cuanto a su dimisión como presidente de la RFEF, Rubiales la justificó y expresó su confianza en que la verdad saldrá a la luz. En su defensa, argumentó que la efusividad y el contacto físico son comunes en la cultura latina y que su intención nunca fue de naturaleza sexual.