El hombre que mató a tiros a siete personas en un centro de los Testigos de Jehová en la ciudad alemana de Hamburgo se suicidó después de que la policía entrara en el edificio, indicaron las autoridades este viernes. El atacante huyó a la primera planta del edificio después de que la policía irrumpiera, y “se mató”, indicó el ministro regional de Interior, Andy Grote, añadiendo que entre las víctimas mortales hay una mujer embarazada de siete meses. Según la fiscalía, no hay indicios de motivación “terrorista” en el ataque.
Philipp F. era un exmiembro” de los Testigos de Jehová, dijo a la prensa un alto mando de la policía, y añadió que el atacante abandonó la comunidad hace unos 18 meses, “aparentemente, no en buenos términos”.
Ayer se produjo un tiroteo dentro de un centro de los Testigos de Jehová en la ciudad alemana de Hamburgo y siete personas murieron, mientras que ocho resultaron heridas, de acuerdo a varios medios locales y fuentes del servicio de bomberos.
La Policía de Hamburgo tuiteó al respecto: “Una importante intervención policíaca se lleva a cabo en este momento en Alsterdorf” (un barrio del norte de la ciudad).
A las 21:15 (hora local) comenzaron a llegar varias llamadas de emergencia a los bomberos y a la policía, y una gran cantidad de ambulancias fueron desplazadas hasta el lugar, según informa AFP.
Las fuerzas de seguridad “penetraron rápidamente en el edificio y encontraron muertos y heridos graves”, aseguró un portavoz. A su vez, difundieron una alarma de “peligro extremo” en la aplicación de advertencia federal y le solicitaron a los vecinos del barrio que permanecieran en sus casas hasta asegurar la zona, mientras también se encargaban de acordonar las calles alrededor de la iglesia.
El alcalde de Hamburgo, Peter Tschentscher, se expresó a través de Twitter: “Los informes de Alsterdorf/Groß Borstel son impactantes. Mi más sentido pésame a las familias de las víctimas. Los servicios de emergencia están trabajando a toda máquina para localizar a los perpetradores y esclarecer los antecedentes”, escribió.
La prensa alemana se refiere al hecho como uno de los más sangrientos de Hamburgo en las últimas décadas. Traen a colación el ataque ocurrido el 10 de noviembre de 1996 en el que un proxeneta y sus cómplices abrieron fuego en un burdel en Budapester Strasse. Como consecuencia de aquel tiroteo murieron dos personas y otras seis resultaron heridas.
