Una mujer de 64 años fue rescatada por la policía tras ser atacada por una pitón de 4 metros de largo y 20 kilos de peso que intentó estrangularla en su casa, ubicada en el sur de Tailandia.
Arom Arunrot, la víctima, estaba lavando platos cuando sintió una mordedura en la pierna y descubrió que se trataba de una pitón. El incidente ocurrió el martes por la noche en el distrito Samud Chedi, provincia de Samut Prakan, al sureste de Bangkok.
La serpiente se enroscó alrededor de la cintura de la mujer, que estuvo atrapada durante dos horas antes de ser liberada por la policía. Arom trató de pedir ayuda a sus vecinos, pero no la escucharon hasta que finalmente uno de ellos alertó a las autoridades. Los agentes llegaron a la vivienda y forzaron la puerta para socorrerla.
Arom, que vive sola desde la muerte de su esposo en 2023, fue trasladada al hospital tras el ataque. Según la policía, la mordedura de la pitón no es venenosa, pero sí puede causar infecciones. Las intensas lluvias monzónicas entre junio y octubre provocan un aumento de avistamientos de serpientes en hogares tailandeses, donde el 70% de las capturadas son pitones, que llegan a medir hasta 6 metros.
Las características de este tipo de serpientes
La pitón es una serpiente constrictora de gran tamaño que puede medir entre 4 y 6 metros, aunque algunas especies superan los 8 metros. Su cuerpo es robusto y musculoso, lo que le permite envolver y estrangular a sus presas hasta causarles la muerte por asfixia.
A diferencia de las serpientes venenosas, la pitón no posee colmillos inyectores de veneno, por lo que depende de su fuerza física para cazar. Se alimenta principalmente de mamíferos y aves, engullendo a sus presas enteras tras inmovilizarlas.
Aunque suelen habitar en regiones tropicales de Asia, África y Australia, se han adaptado a diversos entornos, desde bosques hasta zonas urbanas. Algunas especies de pitones pueden llegar a pesar más de 100 kilogramos. Aunque no son venenosas, sus mordeduras pueden causar infecciones y complicaciones.