En las últimas horas, se ha descubierto una ola gigantesca de gas tóxico surgiendo a través de Venus, en un evento nunca antes visto en el Sistema Solar.
Según informa “The Sun”, la nube de todo el planeta viaja a 320 kmh, a través de la atmósfera superior de Venus y se había escondido a plena vista durante 35 años.
Descrito como una “interrupción atmosférica” por el equipo internacional que lo descubrió, la ola se extiende hasta 4,660 millas (7,500 km).
Eso es aproximadamente 61,000 campos de fútbol, o lo suficiente como para abarcar el ancho del Reino Unido en su punto más ancho en una niebla infernal de gas ácido.
“Si esto sucediera en la Tierra, sería una superficie frontal a la escala del planeta”, dijo el científico Dr. Pedro Machado, del Instituto de Astrofísica y Ciencias del Espacio en Portugal.
Se cree que Venus alguna vez fue un mundo habitable muy parecido a la Tierra, pero ahora es tan hostil a la vida como los planetas.
Un efecto invernadero desenfrenado causado por el remolino de las nubes de ácido sulfúrico ha aumentado su temperatura superficial hasta 465 ° C (869 ° F), lo suficientemente caliente como para derretir el plomo.
Se sabe que la atmósfera nublada y los fuertes vientos de Venus crean enormes olas de gas, pero ninguna como esta.
Los investigadores descubrieron la extraña anomalía después de estudiar imágenes infrarrojas tomadas por el orbitador japonés Venus, Akatsuki, entre 2016 y 2018.
La pared de nubes se encuentra aproximadamente a 31 millas (50 km) sobre la superficie de Venus y ha barrido el planeta cada cinco días desde al menos 1983.
Es un fenómeno que no se ha visto en ningún otro lugar del Sistema Solar, ya que es el primero de su tipo en ser visto en altitudes tan bajas.
El equipo de investigación, dirigido por la agencia espacial japonesa Jaxa, cree que la ola de gas puede ayudar a resolver los misterios que rodean el misterioso efecto invernadero de Venus.
Se encontró en la región responsable del efecto y puede ayudar a los expertos a comprender cómo se conecta la superficie del planeta con su atmósfera turbulenta.
“Dado que la interrupción no se puede observar en las imágenes ultravioletas que detectan la parte superior de las nubes a unos 70 kilómetros de altura, confirmar la naturaleza de las olas es de importancia crítica”, dijo el científico de Jaxa, Dr. Javier Peralta.
Y agregó: ”Finalmente habríamos encontrado una ola que transportaba el impulso y la energía de la atmósfera profunda y se disipaba antes de llegar a la cima de las nubes”. Por lo tanto, estaría depositando el impulso precisamente en el nivel donde observamos los vientos más rápidos de la llamada superrotación atmosférica de Venus, cuyos mecanismos han sido un misterio de larga data”.
Los científicos aún no saben qué mecanismos son responsables de la onda de la nube. Es por ello, que se están realizando más observaciones en un intento de arrojar más luz sobre el misterioso fenómeno.