Una emocionante noticia dio la vuelta al globo este viernes. En el Hospital Molinette de Turín, Italia, se realizó por primera vez una operación ocular que consiste en el autotransplante de ojo. Gracias a este procedimiento, un paciente italiano de 83 años que era ciego pudo ver nuevamente.
De acuerdo con la agencia de noticias ANSA, el hombre había sufrido dos patologías diferentes que afectaron a cada uno de sus ojos. La primera afección la padeció hace 30 años, cuando una ceguera irreversible le ocasionó pérdida de la visión en su ojo izquierdo. Su ojo derecho, por otro lado, presentó una pseudopenfigoide ocular hace seis años, se trata de una patología inusual que oscurece la córnea.
“El paciente por problemas de retina había irremediablemente perdido el ojo izquierdo, mientras que en el derecho había mantenido una potencialidad de recuperación que, sin embargo, era inútil con los trasplantes tradicionales”, explicó el profesor Michele Reibaldi, director de la Clínica Universitaria de Oftalmología del hospital y encargado de llevar a cabo el procedimiento quirúrgico junto al el profesor Vincenzo Sarnicola, presidente de la Sociedad Italiana de Córnea y Superficie Ocular y asesor del directorio de la Sociedad Italiana de Ciencias Oftalmológicas.
Los profesionales de la salud indicaron que la operación consistió “en tomar una muestra del ojo izquierdo, irrecuperable desde el punto de vista funcional, pero con la córnea y superficie ocular en buen estado clínico, toda la córnea y dos milímetros de esclerótica, en una sola pieza”.
El procedimiento en el que los médicos reconstruyeron el ojo derecho del paciente con un tercio de su ojo izquierdo duró cuatro horas. Según ANSA, el ojo izquierdo también fue reconstruido, pero con fines estéticos. Esta intervención, denominada como autotransplante, fue la primera en realizarse en la historia.
En tanto, la hija del paciente, Gabriella Bosco, agradeció a los profesionales “por su pasión y profesionalidad”. “Agradezco sinceramente a los médicos por su valentía” y expresó su deseo de que en un futuro “este hecho se convierta en normal y no solo en un episodio apasionante y único”.
A dos semanas de la operación, el paciente recuperó la vista en su ojo derecho y aseguró que pudo reconocer personas y objetos. En adición, expresó que puede moverse de forma autónoma. “Cuando desperté y comencé a ver el contorno de mis dedos y mano, fue como si hubiera nacido de nuevo”, confesó.
“Esperamos un éxito duradero porque el ojo derecho ha sido reconstruido con los propios ojos del paciente, así que, potencialmente, está a salvo de los problemas de rechazo que pueden aquejar a los pacientes trasplantados”, ultimaron los profesionales.
