En medio de la segunda ola de Covid-19 justo en la época navideña, Reino Unido comunicó al mundo sobre la detección de una nueva variante de coronavirus, que “crece más rápido que las existentes” en el sur de Inglaterra. Sin embargo, se trata de una situación bastante común respecto a este tipo de virus.
“El análisis inicial sugiere que esta variante crece más rápido que las variantes existentes. Hemos identificado actualmente 1.000 casos de esta variante, predominantemente en el sur de Inglaterra”, explicó el ministro británico de Sanidad, Matt Hancock, ante el Parlamento.
También señaló que la Organización Mundial de la Salud ha sido notificada. “En los últimos meses se han identificado variantes similares en otros países”, aclaró.
Hancock afirmó que en varias zonas de Inglaterra han visto un aumento de los contagios, y que ahora Londres y partes de Essex y Hertfordshire pasan al nivel 3 de restricciones.
“No sabemos hasta qué punto esto se debe a la nueva variante, pero independientemente de su causa, tenemos que tomar acciones decisivas que desafortunadamente son totalmente esenciales para controlar esta mortífera enfermedad”, reiteró.
El regreso a la fase tres implica que las reuniones con no convivientes solo se pueden dar en lugares al aire libre (siempre respetando la norma de seis personas máximo) y obliga al cierre de restaurantes, cafeterías y bares (excepto delivery), entre otras medidas.
¿Qué es la nueva cepa?
La nueva variante, que los científicos británicos han denominado “VUI-202012/01”, incluye una mutación genética en la proteína “espícula” que, en teoría, podría hacer que el Covid-19 se propague más fácilmente entre las personas. No está claro aún si lo están haciendo más infeccioso.
A pesar de su rápida propagación, Hancock dijo que “no hay nada que sugiera” que la nueva cepa cause síntomas más graves.
Científicos de todo el mundo han ido alertando de distintas cepas que han ido surgiendo en los países. Los escasos casos de reinfección que se han detectado, por ejemplo, suponen un ejemplo de reinfección de una cepa distinta a la de la primera infección.
¿Cuáles cepas del coronavirus se han detectado?
Investigadores de la Universidad de Bolonia (Italia) identificaron al menos seis cepas del SARS-CoV-2 tras analizar 48.635 genomas de coronavirus aislados por investigadores de todo el mundo:
- Cepa L: es la original, la que apareció en Wuhan en diciembre de 2019.
- Cepa S: la primera mutación del virus que apareció a principios de 2020.
- Cepas V y G: variaciones desde mediados de enero y que se extendieron por el mundo.
- Cepas GR y GH: mutaciones de las cepas V y G de finales de febrero de 2020. Las más extendidas (74% de todas las secuencias de genes analizadas).
Los resultados apuntan que las cepas G, GH y GR “aumentan constantemente”, mientras que la cepa S se encuentra en algunas áreas concretas de Estados Unidos y España. En tanto, las L y V “están desapareciendo gradualmente”.
El coronavirus presenta aproximadamente seis mutaciones por muestra, una cifra bastante pequeña si se tiene en cuenta que la gripe común tiene una tasa de variabilidad de más del doble.
¿Una nueva variante de coronavirus pone en riesgo la vacuna?
Días atrás, el gobierno de Dinamarca decidió sacrificar a 17 millones de visones de granja para eliminar el “riesgo a la eficacia” de la vacuna que suponía esta mutación. Pero no es el caso de la cepa detectada en Reino Unido.
Según explicó el coordinador del estudio Federico Giorgi, el virus está optimizado para afectar al ser humano, lo que explica su bajo cambio evolutivo.
“Los tratamientos que estamos desarrollando, incluida una vacuna, podrían ser eficaces contra todas las cepas del virus”, aseguró. “Lo importante es que esta mutación no tiene trascendencia en cuanto a ocasionar una mayor virulencia o gravedad de la enfermedad, ni compromete la eficacia de las vacunas que se están experimentando”, tranquilizó.