Putin se sumergió en agua helada frente a una enorme cruz de hielo para cumplir un ritual religioso

El presidente ruso llevó a cabo una tradición de la iglesia ortodoxa cristiana para conmemorar el bautismo de Jesús en el río Jordán. La temperatura en Moscú en ese instante marcaba – 20 grados.

Putin se sumergió en agua helada frente a una enorme cruz de hielo para cumplir un ritual religioso
El presidente ruso, Vladimir Putin, se sumergió tres veces en el agua helada haciendo la señal de la cruz ortodoxa, frente a una enorme cruz tallada en hielo.

El presidente ruso Vladimir Putin se sumergió este martes en agua helada a -20ºC, para cumplir una tradición de la iglesia ortodoxa cristiana que celebra la Epifanía y el bautismo de Jesús en el río Jordán.

El tradicional ritual tuvo lugar en los alrededores de Moscú, donde las temperaturas son extremas. Las imágenes fueron difundidas por el Kremlin que cada tanto muestra al presidente en torso o haciendo actividades deportivas, que lo muestran como un hombre fuerte y viril.

En las fotos se puede ver a Putin llegando al lugar de ceremonia con un grueso abrigo de cuero y piel adaptado para las temperaturas rusas con botas. Luego, el mandatario de 68 años, queda en traje de baño y se sumerge en una piscina con forma de cruz, que contiene agua helada bajo cero.

Una vez dentro se sumerge tres veces haciendo culto frente a una inmensa cruz tallada en hielo rodeada de nieve.

La tradición de los baños helados

Desde el Kremlin explicaron que este baño marca “una de las fiestas cristianas más importantes: el bautismo de Cristo”, por lo que cada 19 de enero, considerado el día de la Epifanía en la tradición cristiana ortodoxa, miles de rusos se sumergen en agujeros excavados en el hielo, en estanques o en ríos.

Vladimir Putin llegando a la piscina donde lleva adelante el tradicional ritual ruso, que se celebra cada 19 de enero.
Vladimir Putin llegando a la piscina donde lleva adelante el tradicional ritual ruso, que se celebra cada 19 de enero.

Sin embargo, por otro lado algunos líderes de la Iglesia ortodoxa rusa han señalado que aunque el ritual es muy tradicional, no es canónico y que por ende ya no la practican.

Putin, un creyente confeso

El presidente ruso es muy creyente, por lo que todos los años se da un baño en un estanque después de asistir a la tradicional misa de Epifanía, una de las festividades más importantes de la Iglesia Ortodoxa.

Aunque este año la celebración ha coincidido con una fuerte ola polar que ha alcanzado valores mínimos de 25 grados bajo cero, y en la región de Moscú, donde presuntamente se bañó Putin, el termómetro marcó 18 grados bajo cero, mientras que la temperatura del agua marcaba menos 20.

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