Italia es un país plagado de lugares pintorescos y sitios históricos para visitar hasta el cansancio. Algunos son encantadores y dignos de transformarse en postal, pero otros son tenebrosos y encierran historias macabras.
Uno de esos sitios siniestros es la isla de Poveglia, la que se ubica frente a Venecia. Si bien el sitio no es muy renombrado, historiadores conocen el legado de terror que encierran los edificios y bosques que se encuentran en los casi 7 mil metros cuadrados de superficie y que la llevaron a ganarse el apodo de ‘Isla de los fantasmas’.
La perturbadora fama de Poveglia proviene del siglo XIV, cuando la peste negra hizo estragos en Europa. En ese momento las personas que enfermaban, o que eran sospechosas de portar la ‘muerte negra’ eran arrastrados a la fuerza, en medio de gritos y golpes.
Además algunas estimaciones dan cuenta que en el lugar se quemaron los restos de 160 mil fallecidos por la enfermedad, para intentar evitar de forma dramática la propagación de los contagios. Las cenizas de esas personas constituirían más del 50 por ciento del suelo de la isla.
El lugar tomó repercusión recientemente gracias al trabajo de dos exploradores urbanos ingleses, quienes se filmaron visitando zonas totalmente abandonadas de Poveglia que han permanecido intactas durante décadas.
Matt Nadin (40) y Andy Thompson (54) también encontraron edificios de no más de 100 años totalmente abandonados y que lo atribuyen a hospitales psiquiátricos en donde se cree que se llevaron a cabo experimentos como lobotomías en la década de 1920.
Matt aseguró que la experiencia fue aterradora: “La isla está tan llena de historia oscura… Muchísima gente murió allí y realmente tienes una idea de los horrores que tuvieron lugar allí mientras caminas”.
“Quemaron todos los cuerpos y los dejaron donde yacían. La isla nunca ha sido despejada adecuadamente ni nada por el estilo, así que todo se acaba de dejar”, puntualizó.
Además aseguró que “cuando –la isla- se convirtió en un manicomio comenzaron a hacer experimentos con ellos, cosas horribles, horribles. Mientras estábamos allí, escuchamos el sonido de la campana y eso fue bastante espeluznante, eso realmente me asustó un poco. Fue como un presagio o algo así”.