La situación de escasez de agua en Uruguay alcanzó niveles críticos, y el gobierno estima que en menos de 10 días la capital, Montevideo, se quedará sin agua potable a menos que se produzcan lluvias. Lamentablemente, los pronósticos meteorológicos no indican que se avecinen precipitaciones en el corto plazo.
La represa del Paso Severino, que abastece de agua dulce a la ciudad, tiene una capacidad total de 67 millones de metros cúbicos, pero en la actualidad solo cuenta con menos de 1,1 millones de metros cúbicos, lo que representa tan solo el 1,7% de sus reservas. Esta cifra es insuficiente para mantener el suministro de agua potable en Montevideo.
Ante esta grave escasez, las autoridades recurrieron a mezclar el suministro de agua potable con el caudal del estuario del Río de la Plata. Sin embargo, esta solución generó un alto contenido de sodio y cloruros en el agua, lo que afectó su calidad y sabor. Aunque se considera segura para su consumo, el agua presenta un marcado gusto salado que la hace no potable.
En la actualidad, aproximadamente un tercio del agua consumida diariamente en Montevideo proviene de esta fuente mixta, mientras que los dos tercios restantes se extraen del Río de la Plata, que tiene un alto contenido de sal.
LA HORA CERO:
La denominada “hora cero”, el día en el cual la ciudad estaría imposibilitada para abastecer de agua a su población, está a solo unas pocas horas de distancia. Si no se producen lluvias significativas en los próximos días, Uruguay se enfrentará a una situación sin precedentes en la que la población tendrá dificultades para acceder a agua potable.
Ante esta crisis, los uruguayos han tenido que recurrir al consumo de agua mineral embotellada como alternativa. Con el objetivo de garantizar el abastecimiento de este recurso vital, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) autorizaron la importación de agua embotellada con exoneración de impuestos, incluyendo la tasa consular y los cargos correspondientes al Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU).
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