Los estadounidenses vuelven a las urnas este martes 8 de noviembre para votar en las elecciones legislativas de mitad de legislatura (‘midterm elections’). Estos comicios son un termómetro para medir el apoyo del Gobierno de Joe Biden y se presentan como una guerra abierta del actual ocupante de la Casa Blanca frente a Donald Trump de cara a las presidenciales de 2024, a las que el expresidente tiene toda la intención de presentarse.
La importancia de estas elecciones reside en que los electores eligen a los representantes de su estado en el Congreso, que incluye a la Cámara de Representantes y al Senado. Las elecciones legislativas determinan qué partido político, el Demócrata o el Republicano, será el que controle cada una de las cámaras del Congreso durante los dos años siguientes, hasta las presidenciales de 2024.
Estas elecciones deciden 35 escaños (la tercera parte aproximadamente) de un Senado en el que los demócratas necesitan al menos 50 asientos para mantener el control y garantizar su agenda política. Los republicanos necesitan 51 porque la vicepresidenta demócrata Kamala Harris puede imponer un decisivo voto de desempate.
A diferencia de las elecciones presidenciales, en las que se usa el Colegio Electoral para decidir quién será el próximo presidente, en las elecciones legislativas se utiliza el voto directo de los ciudadanos de un estado para elegir a los ganadores. Sirven para trazar un ajustado mapa político y, a nivel local, marcan el derrotero entero de un país, porque también se elige a gobernadores estatales y a secretarios estatales con gran influencia en futuras elecciones presidenciales, al ser quienes ratifican el recuento de votos. Además, de su resultado dependerá que Biden pueda mantener su actual agenda política.
La práctica totalidad de las encuestas dan a los republicanos como favoritos para arrebatar a sus rivales demócratas el control de la Cámara de Representantes. Según el portal especializado FiveThirtyEight, el Partido Republicano tiene un 83% de posibilidades de hacerse con el control de la cámara baja. En lo que respecta al Senado, FiveThirtyEight apunta también a una victoria del partido de Trump. Los republicanos lograrían 54 senadores frente a los 46 de los demócratas.
Con estos resultados, de cumplirse los pronósticos, Donald Trump tendría el camino despejado para presentarse a las elecciones presidenciales de 2024 con altas probabilidades de volver a la Casa Blanca.