Con el mundial de Qatar a la vuelta de la esquina se han desatado polémicas relacionadas con hoteles y otras residencias de hospedaje que imponían reglas evidentemente homófobas a aquellos clientes que fuesen miembros de la comunidad LGTBQ. Entre las estrictas normas de los establecimientos se expresa: no exhibir públicamente muestras de afecto, no vestir de forma ‘‘gay’’ o flamear la bandera con los colores del arcoíris.
El comportamiento hostil de los hoteles qataríes fue desenmascarado por un grupo de periodistas que llevó a cabo una investigación que fue difundida a través de medios escandinavos. Los comunicadores se hicieron pasar por una pareja gay que requería una reserva para cuando se llevara a cabo el Mundial de Fútbol.
De esta manera, se pusieron en contacto con un total de 69 hoteles. Como resultado: tres se negaron a aceptar reservas; veinte les pidieron evitar manifestaciones públicas de afecto y trece de estos establecimientos ni siquiera respondieron a sus solicitudes.
La FIFA se vio comprometida como consecuencia de estas medidas discriminatorias llevadas a cabo por los anfitriones de distintos hoteles de Qatar y decidió actuar con pronteza. El organismo amenazó a los dueños de los hoteles con rescindirles el contrato para alojar a turistas durante la temporada en la cual se llevará a cabo el evento deportivo.
“La FIFA confía en que se implementarán todas las medidas necesarias para los seguidores LGBT+ para que, como todos los demás, puedan sentirse bienvenidos y seguros durante los campeonatos” fue el comunicado expresado por parte del comité deportivo.
Además, el organismo rector de fútbol a nivel mundial informó que, a pesar de que es sabido de que la homosexualidad es ilegal en Qatar y practicarla implica duras penas civiles, que se llevara a cabo el mundialmente famoso evento deportivo implicaba un compromiso por parte del país árabe y por la misma FIFA con el fin de ‘’brindar una experiencia inclusiva de la Copa Mundial de la FIFA que sea acogedora, segura y accesible para todos”.
Por su parte, la Organización a cargo del mundial en el país árabe ya había manifestado muestras de discriminación hacia la comunidad gay. Uno de los tantos comentarios desafortunados que expresaron fue el de no flamear la bandera colorida que representa a la comunidad LGTBQ.
“Si el aficionado ondea una bandera arcoíris y yo se la quito, no es porque yo realmente lo quiera, que en verdad se la quiera quitar e insultarlo, sino más bien protegerlo. Porque yo no, pero alguien más cerca podría agredirlo” señaló uno de los miembros de seguridad del torneo hace un par de semanas.