La moción de destitución por “incapacidad moral” cuenta con al menos 57 votos en el Congreso, cinco más de los necesarios para debatirla, según medios limeños. Sin embargo, la oposición no conseguiría en una siguiente sesión plenaria los 87 votos necesarios para remover a Castillo, quien lleva poco más de 120 días en el poder.
“La desaprobación del presidente y del Congreso son altas, ninguno tiene legitimidad, así que parece una pelea entre dos rivales descalificados”, declaró a la agencia AFP el analista político Hugo Otero. El nivel de desaprobación del mandatario bordea el 57% y la del Congreso, el 75%, según encuestas. “La mayoría del Perú siente lejana esta disputa por el poder, no hay participación popular, nadie se está movilizando [en las calles]”, añadió Otero.
La posible destitución de Castillo ronda en el aire desde su elección en junio, cuando los partidos rivales denunciaron “fraude” a pesar del aval dado al proceso electoral por observadores de la OEA y la Unión Europea. El presidente convocó en los últimos días a dialogar a los jefes opositores en busca de salvarse de lo que calificó como una moción “sin ningún sustento y con absoluta irresponsabilidad”. Sin embargo, la derechista Keiko Fujimori y otros prominentes líderes se negaron a hablar con él.
Castillo es un maestro rural de 52 años que ganó el reñido balotaje de junio a Fujimori. Desde que asumió, el 28 de julio, ha estado acosado por la oposición, por desaciertos propios y por pugnas en el oficialismo, lo que ha provocado la salida de una docena de ministros. Además, fue salpicado por un escándalo de supuesta injerencia del Gobierno en los ascensos militares por el que el mandatario fue citado a declarar el 14 de diciembre ante la fiscal de la nación, Zoraida Ávalos.
La moción fue presentada el 26 de noviembre por los partidos derechistas Avanza País, Fuerza Popular (fujimorista) y Renovación Popular. Los tres representan un tercio del Congreso y el oficialismo tiene una cifra similar.
Como la oposición no cuenta con los 87 votos para destituirlo, parece que lo que buscan es obligar a Castillo a ir al Congreso a dar explicaciones y que olvide sus promesas electorales, entre ellas una asamblea constituyente. “Confiamos en que tenemos los 52 votos para que el presidente acuda al Congreso a rendir cuentas a la ciudadanía”, dijo la congresista Adriana Tudela, de Avanza País.