Brian Banks, de 37 años, pasó 10 años de su vida encerrado tras las rejas debido a una acusación falsa hecha por una compañera de su escuela. Banks era un destacado jugador de fútbol americano, pero en 2002 su vida daría un giro inesperado después de que lo denunciaran de violación.
Casi años diez después, la víctima confesó que la denuncia que le hizo a Brian era falsa y el hombre fue liberado. Desde el 2014, el deportista ha realizado una campaña divulgando su caso para que no vuelva a sucederle a nadie más.
En 2018, su historia llegó a los cines con la película “Brian Banks, nunca es tarde”, en la que se contó su historia e inocencia. Debido a lo ocurrido con el hombre, muchas personas se han planteado si pueden imponerse alguna pena para las mujeres que realizan falsas acusaciones de violación.
La denuncia falsa
En 2002, Brian tenía 16 años y estaba en su auge como deportista. Wanetta Gibson, una de sus compañeras de clase, lo acusó de violarla en una escalera vacía en el campus.
Inesperadamente Banks se encontró implicado en un delito que no había cometido. Las autoridades le creyeron a la joven y Brian fue detenido inmediatamente.
En el juicio por su caso tuvo que tomar una decisión muy complicada: arriesgarse a ser condenado a 41 años de prisión, o aceptar un trato por el que sufriría una pena menor, pero admitiendo culpabilidad.
Asustado ante las posibles consecuencias, el joven eligió la segunda opción. El trato con la policía de California fue el siguiente: pasar 5 años en prisión, además de otros 5 de libertad condicional y quedar en el registro como delincuente sexual.
Por su parte, Gibson, la compañera de Banks que le acusó de violación, aprovechó la situación para denunciar a la universidad por ser “un entorno no seguro”. Debido a su victoria en el juicio, el centro de estudios tuvo que pagarle 1,5 millones de dólares.
Libertad y justicia
Sorprendentemente, la historia dio un giro de 180º casi una década después. En 2011, nueve años más tarde de lo sucedido, Gibson contactó a Banks y le pidió hablar con él para pedirle perdón por lo sucedido.
Banks no aceptó sus disculpas por haberlo hecho pasar casi 10 años en prisión y le pidió a Gibson que admitiera en un video que lo acusó falsamente de violación.
El caso se hizo viral en Estados Unidos y gracias a un chat de Facebook entre Banks y Gibson se pudo comprobar que la denuncia de la mujer era falsa. Por este motivo, y algunas pruebas más recolectadas por la justicia, Banks fue exonerado en 2012. En ese momento la mujer decidió hacer un video pidiendo disculpas por lo sucedido.
Pero de poco sirvió, ya que, al año siguiente, un juez de la Corte Superior de Los Ángeles ordenó a Gibson que devolviera la indemnización de 1,5 millones de dólares y otros 1 ,1 millones de dólares en honorarios.
La vida después
El mismo año de su liberación, Banks recibió ofertas de seis equipos de la NFL. Sin embargo, ese año no acordó con ningún equipo, necesitaba paz tras unos meses muy agotados.
Un año después, en 2013, Brian jugó algunos partidos con los Atlanta Falcons con un desempeño regular. Banks salió del deporte profesional y comenzó a trabajar en la NFL pero en un puesto distinto.
El joven, de por aquel entonces 27 años, empezó a formar parte del Departamento de Operaciones de la organización, encargándose de las redes sociales de la liga y de tareas de comunicación.
Brian estuvo en su cargo durante 3 años y luego abandonó este puesto para comenzar a dar charlas en público sobre su caso. Con el objetivo principal de concienciar a la población sobre las falsas sospechas de violación y lo que pueden significar para los hombres que las sufren.
En 2018 se estrenó su película: “Brian Banks, nunca es tarde”, dirigida por Tom Shadyac y con el actor Greg Kinnear en el papel de Brooks. En el film se cuenta la vida y la lucha por la que tuvo que pasar el deportista luego del suceso que cambió su vida.
Hoy, Brian es la cara visible en la lucha contra las falsas denuncias y continúa dando charlas en diferentes escuelas y lugares públicos.