En Italia hubo protestas contra el llamado pase verde que prueba que una persona está vacunada contra el Covid-19. Este país podría ser el primero en exigir el pase sanitario para trabajar, en medio de una crisis económica profunda que atraviesa toda la región en medio de los idas y vueltas en torno al manejo de la pandemia del covid19.
Alrededor de 10.000 personas se concentraron en el centro de Roma, en la plaza del Popolo, para protestar contra las restricciones que aún subsisten pese a la mejora sanitaria en el país y entre la multitud había numerosos manifestantes antivacunas y militantes del partido neofascista Forza Nuova.
Los manifestantes gritaban consignas como “¡Asesinos!” y “¡Queremos la dimisión de Draghi y Mattarella!”, en referencia al primer ministro Mario Draghi y al presidente Sergio Mattarella, y hasta atacaron e irrumpieron dentro de la sede nacional de la Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL), cerca de Villa Borghese, según publica la prensa italiana y la agencia de noticias Europa Press.
“Es un ataque a la democracia y a todo el mundo del trabajo que queremos rechazar. Nadie quiere en devolver nuestro país a los veinte años de fascismo”, denunció el secretario general del sindicato, Maurizio Landini, y pronto sumó el apoyo del jefe de Gobierno y de Estado.
“Los sindicatos son una defensa fundamental de la democracia y los derechos de los trabajadores. Cualquier intimidación contra ellos es inaceptable y debe ser rechazada con absoluta firmeza”, sentenció Draghi en un comunicado.