El gobierno de Nueva Zelanda anunció este viernes 21 de enero que destinará USD 2 millones adicionales en asistencia humanitaria para Tonga, una nación del Pacífico Sur afectada por la erupción de un volcán submarino el pasado fin de semana. La ministra de Relaciones Exteriores de Nueva Zeladna, Nanaia Mahuta, y el ministro de Defensa, Peeni Henare, afirmaron en un comunicado conjunto que un avión C-130 Hércules de la Fuerza Aérea Real de Nueva Zelanda que transportaba suministros de socorro ya había aterrizado en Tonga el jueves y hay más vuelos programados en los próximos días.
“Este apoyo permitirá que se envíen a Tonga suministros más cruciales, como agua potable, alimentos, así como equipos de ingeniería y herramientas para limpiar escombros, en los próximos días y semanas”, agregó Mahuta. Nueva Zelanda había anunciado previamente una asistencia inmediata por un millón de dólares. Henare señaló que el HMNZS Canterbury, un buque polivalente (MRV) de la Marina Real de Nueva Zelanda, partió de Devonport hacia Tonga durante la noche. “El HMNZS Canterbury tendrá a bordo provisiones adicionales como lonas, contenedores de agua, leche en polvo, así como equipos de ingeniería para limpiar escombros y dos helicópteros NH-90″, señaló el ministro.
Por separado, la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, y el ministro de Relaciones Exteriores, Mahuta, discutieron los esfuerzos de socorro con sus homólogos de Tonga y les aseguraron su pleno apoyo, según un comunicado. El miércoles, Cao Xiaolin, el embajador chino en el país insular, señaló que la erupción volcánica submarina ha contaminado todo el suministro de agua en la nación del Pacífico Sur. “Todo el suministro de agua de Tonga ha sido contaminado y la gente está luchando por obtener agua limpia. Los cultivos también han sido destruidos”, señaló Xiaolin a los medios chinos.
El pasado sábado 15 de enero, el volcán submarino Hunga-Tonga-Hunga-Ha’apai, ubicado en el archipiélago de la isla principal de Tongatapu, a 65 kilómetros al norte de la capital, Nukualofa, entró en erupción arrojando impactantes olas de cenizas, vapor y gas. La erupción afectó todas las líneas de comunicación en la isla y posteriormente generó un tsunami. El martes, el Gobierno de Tonga señaló que el país había sido golpeado por un “desastre sin precedentes”. Según la ONU, la erupción ha afectado a aproximadamente 60.000 personas, cuyas cosechas, ganado y pesca han resultado afectados como resultado de la lluvia de cenizas y la intrusión de agua salada.
