Ajun, un joven de 21 años de la ciudad de Lufeng, China, pasó la mayor parte de su vida ocultando su pie izquierdo debido a una rara condición congénita: nació con nueve dedos en un solo pie. Durante su infancia y adolescencia, el joven evitó cualquier interacción social, sintiéndose acomplejado y aislado por su aspecto físico.
Desde temprana edad, Ajun dejó de usar sandalias y evitó mostrar su pie en público, lo que afectó gravemente su confianza. “Nunca he tenido novia porque me siento imperfecto”, confesó el joven, según reportes de Daily Mail.
Durante años, vivió bajo la influencia de las creencias supersticiosas de sus padres, quienes, tras consultar a un adivino, creyeron que los dedos adicionales eran un buen augurio y se negaron a que su hijo se sometiera a una cirugía correctiva.
Con el tiempo, Ajun decidió tomar el control de su situación y, en 2019, finalmente buscó ayuda médica para corregir su deformidad. Los médicos que lo atendieron describieron el caso como particularmente inusual, ya que no solo tenía dedos adicionales en lugares atípicos, sino que también carecía de un dedo gordo, el cual fue reemplazado por dos pequeños dígitos en forma de “v”.
El Dr. Wu Xiang, especialista en deformidades del pie en el Hospital Quirúrgico Shunde Heping, lideró la compleja operación de nueve horas. “Lo más fácil habría sido simplemente eliminar los dedos externos, pero queríamos crear una solución que no solo funcionara, sino que se viera lo más natural posible”, explicó el doctor. Así, el equipo médico forjó un nuevo dedo gordo y corrigió la estructura del pie, transformando completamente la vida de Ajun.
Tras la exitosa cirugía, Ajun expresó su gratitud al equipo médico: “Estoy muy feliz con el resultado. Ahora siento que mi pie es perfecto”. Su historia, dijo Wu Xiang, pone en relieve la importancia de detectar y tratar deformidades congénitas a temprana edad para evitar complicaciones psicológicas y físicas a largo plazo.
La condición de Ajun, conocida como polidactilia, es una anomalía que afecta a aproximadamente uno de cada 700 a 1,000 personas en todo el mundo. A menudo, puede corregirse con cirugía si se detecta y trata en los primeros años de vida, aunque casos como el de Ajun muestran que incluso en la adultez, una intervención médica adecuada puede cambiar vidas.