El pasado 20 de agosto, el hombre más alto de Estados Unidos falleció a causa de un problema cardíaco en el hospital de Rochester, Minnesota. Su nombre era Igor Vovkovinskiy, tenía solo 38 años de edad y llegó a medir 7 pies y 8 pulgadas, alrededor de 2,35 metros.
La novedad fue confirmada por su madre Svetlana Vovkovinsky en su cuenta de Facebook. La mujer señaló que en el momento de su muerte estaba acompañado por su hermano mayor Oleh, su cuñada Alla y sus sobrinos.
“Igor se alegró de verlos, y aunque le costaba hablar, trató de bromear con su sobrino Andriy, sobre si había aprendido el idioma ucraniano en un mes en Ucrania”, dijo la madre de Igor en su emotiva publicación de despedida en las redes sociales. Pero, además, dejó saber que la última comida de Vovkovinskiy fue un trozo de tarta Kyiv y una gaseosa Fanta, información que acompañó junto a una desgarradora última foto de su hijo en la cama del hospital Mayo Clinic St. Marys, mientras ella lo abrazaba y se aferraba a su cuerpo.
Un récord de altura
El hombre que rompió las marcas de estatura nació el 18 de septiembre de 1982 en Ucrania y en 1989 se mudó a Rochester en busca de un tratamiento para un tumor cerebral que estaba presionando su glándula pituitaria, lo cual provocó que secretara excesivos niveles de una hormona del crecimiento que lo llevaron a medir más de dos metros.
Además, según informaron USA Today y Associated Press, a causa de este trastorno, Vovkovinskiy llegó a medir 7 pies y 8 pulgadas, es decir alrededor de 2,35 metros. Al cumplir sus 27 años fue nombrado el hombre vivo más alto de Estados Unidos por Guinness World Records.
“Se siente bien tener finalmente la prueba de que soy el hombre más alto de Estados Unidos”, había comentado en declaraciones públicas Igor; al tiempo que agregó: “Todo el mundo siempre me pregunta si estoy seguro de que soy el más alto y nunca pude probarlo. Ahora que tengo este certificado para colgar en mi pared, ¡finalmente puedo mostrarlo!”.