Allá por el 2003, el Libro de los Récord Guinness reconocía al ruso Dzhambulat Khatokhov, quien por ese entonces tenía solo 4 años, como el ‘niño con más peso del mundo’. El mismo murió a los 21 años por una insuficiencia renal.
Durante su niñez y adolescencia sus cifras fueron increíbles, aunque también preocupantes (por su salud): a los 2 años pesaba 34 kilogramos (kg); a los 7, 101 kg; y a los 13, 180 kg, según medios de Rusia. Es decir a los 7 pesaba lo mismo que un elefante bebé.
Con el paso de los años, Khatokhov siguió ganando peso y se convirtió finalmente en luchador de sumo profesional. Al deporte se dedicó hasta sus últimos días siendo la fecha el pasado 29 de diciembre del 2020, cuando falleció. La noticia la hizo pública Betal Gubzhev, jefe de la Federación de Sumo de Kabardino-Balkaria, región de donde era oriundo el luchador. “Dzhambulat Khatokhov ha fallecido. Mis condolencias para sus familiares y amigos”, dijo Gubzhev en redes sociales, según la agencia de noticias ‘Reuters’.
Medios locales informaron que el joven peleador, quien tenía tan solo 21 años al momento de su deceso, tuvo problemas renales.
Protagonizó un documental
Siendo un pequeño, Khatokhov apareció en el documental ‘El niño más grande del mundo’, aseguró la revista “People”. En esa producción se intentó hacer un llamado a Neyla, la madre de Khatokhov, sobre los riesgos del peso desmesurado del niño.
No obstante, la mujer no prestó atención. “Mi hijo no está enfermo, simplemente es único”, dijo la señora Khatokhov, según recordó la revista.