Este sábado murió Archie Battersbee, el niño de 12 años con muerte cerebral que fue noticia los últimos meses debido a la batalla legal que se produjo entre los médicos y su familia. Su madre comunicó que fue desconectado de su soporte vital.
El pequeño Archie fue internado y permaneció en coma en el Hospital Ryan London luego de que lo encontraran inconsciente con algo atado al cuello en su casa. Según su madre, cree que el niño estaba llevando a cabo un reto viral que seguía en las redes sociales.
Los médicos que tomaron su caso lo mantuvieron con vida gracias a intervenciones médicas, tratamientos farmacológicos e intubación. A pesar del esfuerzo, el joven nunca recuperó el conocimiento y fue diagnosticado con muerte cerebral.
El día de hoy, Hollie Dance, madre, comunicó a los medios masivos que el niño fue desconectado de su soporte vital. “Archie lucho hasta el final y estoy muy orgullosa de ser su madre”, dijo la mujer, entre lágrimas. Además detalló que la hora de muerte fue a las 12.15.
La batalla entre la familia y los médicos
A pesar de que los sostuvieron constantemente que el caso no tenía ninguna esperanza debido a la muerte cerebral que el niño sufrió, sus padres impidieron por todos los medios que se concretara una desconexión.
Aunque los padres, Hollie Dance y Paul Battersbee, fueron apoyados por una organización cristiana, los fallos de los jueces encargados del caso no fueron lo que ellos esperaban. Desde un principio determinaron que las cargas de tratar su condición “junto con la falta total de perspectivas de recuperación”, superaban cualquier tipo de beneficio de mantener al niño con vida.
Asimismo, los jueces dictaron que el soporte vital servía unicamente “para prolongar su muerte, sin poder prolongar su vida”. De esta manera, se mostraban a favor de la posición médica que estableciía que el tronco encefálico del paciente estaba muerto.
Dance en una entrevista con Sky News se mostró muy triste y preguntó por qué “se les quitan sus decisiones y sus derechos” a los padres. Además, aclaró que el hospital no tenía más opciones y el soporte se reitaría a las 10 de la mañana del sábado.
“Fue muy difícil”, agregó. “A pesar de la cara y la apariencia fuerte frente a las cámaras hasta ahora, he estado bastante destrozada”.