El Kremlin rechazó enérgicamente la posibilidad de que Ucrania se una a la OTAN y lo calificó como “amenazante” para Rusia. Dmitri Peskov, portavoz presidencial, expresó hoy en una conferencia telefónica que esta opción sería “inadmisible” y contradice el principio de que la seguridad de un país no debe comprometer la de otro.
Peskov también destacó que la adhesión de Ucrania a la Alianza Atlántica no resolvería las razones que llevaron a Rusia a lanzar su “operación militar especial” en Ucrania hace casi tres años. Por su parte, el presidente ruso, Vladímir Putin, reafirmó que sería imposible imaginar relaciones de “buena vecindad” con Ucrania si se convierte en miembro de la OTAN.
Desde Ucrania, las autoridades defienden que la única manera de garantizar su seguridad frente a futuras agresiones rusas es mediante su ingreso pleno en la OTAN. Un comunicado emitido por el Ministerio de Exteriores ucraniano, en el marco del 30 aniversario del Memorando de Budapest, subrayó que no aceptarán ninguna alternativa a la membresía en la Alianza.
El Memorando de Budapest, firmado en 1994, comprometía a Rusia a respetar la integridad territorial de Ucrania a cambio de que esta entregara su arsenal nuclear. Sin embargo, las invasiones rusas en 2014 y 2022 dejaron el acuerdo sin efecto, según Kiev.
“Con la amarga experiencia del Memorando de Budapest, no aceptaremos sucedáneos ni sustitutos a la plena pertenencia de Ucrania a la OTAN”, enfatizó el comunicado oficial.
La discusión coincide con una reunión de ministros de Exteriores de la OTAN en Bruselas, donde la delegación ucraniana reiterará su solicitud de adhesión. Este encuentro podría marcar un paso importante en las relaciones entre Ucrania y la Alianza.
La semana pasada, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, sugirió que un alto el fuego podría ser posible si los territorios controlados actualmente por Kiev quedaran bajo el “paraguas” de la OTAN, permitiendo negociar diplomáticamente la devolución de las zonas ocupadas.
