Una mujer de 34 años se propuso limpiar el baño de su departamento, pero no advirtió que al mezclar lavandina con otro producto de limpieza causaría una reacción química que le provocaría un severo asma y posteriormente la muerte. El suceso ocurrió en Londres, Inglaterra.
Celia Seymour debía encontrarse con Peter Seferi, su jefe y dueño de un lavadero de autos donde la mujer trabajaba. Por eso fue una de las últimas personas con las que habló por teléfono. Cuando él la llamó para avisarle que estaría en cinco minutos en su puerta, ella le había comentado que estaba a punto de realizar la limpieza en su cuarto de baño.
Cinco minutos después de esa llamada, el hombre llegó al lugar y sintió desde la puerta un fuerte olor a productos de limpieza.
Al ver que Celia tenía un problema respiratorio, ambos salieron a la calle y la joven perdió el conocimiento. Su jefe llamó una ambulancia e intentó reanimarla con primeros auxilios. La joven recibió reanimación cardiopulmonar con la guía de un administrador de llamadas de emergencia, pero no fue suficiente.
La joven fue trasladada a un hospital, donde la tuvieron que someter a un coma inducido, pero su estado de salud no mejoró. A pesar de que los médicos hicieron lo posible por salvarle la vida, cuatro días después Celia falleció.
Según los medios británicos, los médicos confirmaron que la mezcla de lavandina con otro producto de limpieza, presuntamente para limpiar baños, llenó de gas el lugar y le causó un ataque de asma severo que causó su muerte.
Su devastada madre, Julie Felon, dijo que el servicio de bomberos confirmó que los dos productos de limpieza, lavandina y otro que podría haber sido limpiador de inodoros, habrían reaccionado, produciendo un gas y desencadenando un severo ataque de asma.