En medio de crecientes tensiones diplomáticas con Venezuela, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, expresó que considera a su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, un “problema de Venezuela” y no de Brasil.
“Tenemos que tener mucho cuidado cuando lidiamos con otros países y otros presidentes. Yo creo que Maduro es un problema de Venezuela, no es un problema de Brasil”, afirmó Lula durante una entrevista con RedeTV, transmitida la noche del domingo.
El mandatario brasileño indicó que desea que Venezuela “viva bien” y que sus autoridades garanticen una vida digna a sus ciudadanos, pero dejó claro su desinterés en involucrarse en los asuntos internos del país vecino. “No puedo continuar preocupándome. Un día pelearme con Nicaragua, otro con Venezuela, otro pelearme con no sé quién”, expresó, subrayando que su prioridad es guiar a Brasil “en la dirección correcta”.
Las tensiones entre ambos países se intensificaron luego de que el gobierno de Lula vetara la entrada de Venezuela como miembro asociado del bloque BRICS, conformado por potencias emergentes. La medida provocó críticas por parte de las autoridades venezolanas, que acusaron a Brasil de “injerencismo” y llamaron a consultas a su embajador en Brasilia.
Como parte de la reacción venezolana, la Policía Nacional Bolivariana difundió una imagen en redes sociales en la que se muestra la silueta de Lula sobre la bandera de Brasil, acompañada de la frase: “El que se mete con Venezuela se seca”. En respuesta, el gobierno brasileño calificó de “ofensivo” este acto, considerando que “los ataques personales”, en vez de los canales políticos y diplomáticos tradicionales, “no se corresponde con la forma respetuosa con que el Gobierno brasileño trata a Venezuela”.
Desde la proclamación de Maduro en los comicios del 28 de julio, Lula ha intentado mediar en la crisis, instando a las autoridades venezolanas a difundir las actas electorales en aras de la transparencia, solicitud que hasta el momento ha sido desoída.