“El Portal”, una obra de arte tecnología que pretendía conectar en tiempo real a las ciudades Nueva York y Dublín a través de una suerte de videollamada sin sonido, volvió a encenderse luego de una serie de incidentes que se produjeron en ambas ciudades por parte de inadaptados que mostraron todo tipo de contenido.
El Portal en realidad son dos enormes pantallas ubicadas una en cada ciudad que transmitían en vivo las 24 horas, los 7 días de la semana. Ambas están conectadas y la que está en Estados Unidos mostraba lo que ocurría en Irlanda y viceversa.
La obra fue conectada el pasado 8 de marzo y durante su inauguración el evento se vivió como una verdadera fiesta. Ambos dispositivos parecían cumplir el objetivo de su creador, el lituano Benediktas Gylys, de vincular a las personas en dos puntos distantes del globo y sortear las barreras geográficas y culturales en un puente fraterno.
No obstante, a los pocos días de encender los artefactos las muestras de obscenidades, provocaciones y odio ganaron terreno: desde fotos de los atentados del 11S, hasta el desnudo de una modelo de OnlyFans y la inhalación de cocaína de un drogadicto, las escenas inapropiadas se apoderaron del objeto y las autoridades tomaron la decisión de apagar los monitores.
La reapertura y las medidas de seguridad
Luego de varios análisis, las autoridades de ambos países decidieron volver a encender los portales, pero esta vez con medidas de seguridad para evitar incidentes. En el caso de Nueva York, se instalaron vallas para impedir que las personas se suban a la estructura o acerquen sus teléfonos a la cámara. Además, si alguien intenta bloquear la cámara o interfiere con la transmisión, el sistema activará un desenfoque automático de la imagen, impidiendo así que actos inapropiados sean visibles en la transmisión en vivo.
En esta ciudad El Portal operará desde las 6 a.m. hasta las 4 p.m. Por su parte, en Dublín la estructura funcionará entre las 11 a.m y las 9 p.m. Está previsto que la exposición esté abierta hasta el otoño.