Este lunes la NASA intentó desviar la trayectoria de un asteroide estrellando contra él una nave kamikaze. Se trata de un ensayo de “defensa planetaria” que forma parte de la misión espacial llamado DART. Los resultados del impacto se conocerán las próximas semanas.
Según explicó el jefe de la NASA, Bill Nelson, esta maniobra debería “ayudar a determinar nuestra respuesta en caso de detectar un asteroide que amenaza con golpear la Tierra”.
Como ocurre con cada misión de la Agencia Espacial, el momento del impacto, que se produjo a 11 millones de kilómetros de la Tierra, se transmitió en directo en el canal de la NASA.
La nave que se estrelló contra el asteroide despegó en noviembre de California. “Estamos cambiando el movimiento de un cuerpo celeste natural en el espacio, la humanidad nunca había hecho esto antes”, dijo Tom Statler, científico jefe de la misión. “Es algo sacado de los libros de ciencia ficción y de los episodios de Star Trek de cuando era niño. Y ahora es real”, agregó.
El objetivo fue en realidad un par de asteroides: uno grande, Didymos (de 780 metros de diámetro), y su satélite, Dimorphos (de 160 metros de diámetro), en órbita a su alrededor. Los dos están a sólo un kilómetro de distancia.
Los detalles
Este lunes, la cámara integrada en la nave, llamada DRACO, tomó una imagen por segundo. Estas imágenes llegaron a la Tierra con un retraso de unos 45 segundos.La nave se dirigió de forma autónoma durante las últimas cuatro horas, como un misil autoguiado.
Tres minutos después, un satélite del tamaño de una caja de zapatos, llamado LICIACube y lanzado por DART hace unos días, pasará a unos 55 km del asteroide para capturar imágenes de la colisión, que serán enviadas a la Tierra en las próximas semanas y meses.
El evento también fue observado por los telescopios espaciales Hubble y James Webb, que deberían poder detectar una brillante nube de polvo.