En una increíble historia de supervivencia, los cuatro hermanos indígenas lograron sobrevivir a la densa selva colombiana. Lesly Jacobombaire Mucutuy (13 años), Soleiny Jacobombaire Mucutuy (9 años), Tien Noriel Ronoque Mucutuy (4 años) y Cristin Neriman Ranoque Mucutuy (11 meses) fueron encontrados después de 40 días perdidos en la peligrosa salva colombiana gracias al perro Wilson que aún sigue perdido y lo están buscando.
CÓMO SOBREVIVIERON 40 DÍAS EN LA SELVA:
Con tan solo un poco de harina de yuca, un biberón, unas tijeras y unas gomas, estos valientes menores enfrentaron el desafío extremo de la selva, confiando en sus instintos y el conocimiento que habían adquirido.
Guiados por la sabiduría indígena, los niños tomaron decisiones cruciales para su supervivencia. La búsqueda constante de agua fue una prioridad, por lo que cambiaron de dirección varias veces, siguiendo el curso de los ríos y aprovechando cualquier oportunidad para abastecerse de este recurso vital. A pesar de las dificultades, su determinación y capacidad para orientarse con la poca luz solar que se filtraba a través del dosel del bosque fueron fundamentales para mantener la esperanza.
Cuando se les acabó la harina que habían encontrado en la avioneta comenzaron a buscar semillas y frutas silvestres. También comieron algunos de los paquetes lanzados por los equipos de rescate desde los aviones.
Durante las noches, improvisaron camas para protegerse de los insectos y los peligros nocturnos de la selva. Mientras los días pasaban y su delgadez se hacía evidente, los hermanos continuaron caminando, liderados por su hermana mayor, Lesly. Con el bebé siempre cerca de ella, la hermana mayor demostró ser una verdadera guerrera, cuidando y protegiendo a sus hermanos menores en todo momento.
La abuela de los niños, Fátima Valencia, compartió en una entrevista con la agencia AFP que Lesly siempre fue una figura protectora para sus hermanos, cuidándolos mientras su madre trabajaba. Lesly se aseguraba de alimentarlos con “fariñita, casabito (harina y pan de yuca), cualquier frutica en el monte” para complementar su dieta. Según la abuela, los nietos son “muy verracos” (valientes y hábiles), lo que les permitió moverse con destreza en la selva.