El doctor Christopher Kerr, de la Universidad de Buffalo, realizó estudios que confirmaron que los enfermos a punto de morir suelen ver personas que han querido durante su vida. También se presentan objetos importantes y mascotas del paciente.
Estos estudios se reflejaron en un libro titulado Death is but a dream: finding hope and meaning at life’s end escrito junto a Carine Mardorossian que comienza con el caso de una paciente con SIDA que soñó con su madre antes de morir. Ademas, se presentan muchos casos de enfermos como modo de ilustración de los datos.
Las visiones presentadas serían una especie de sueño que, según el doctor, “ayudan a los pacientes terminales a reunirse con un sentido más auténtico de sí mismos, con las personas que han amado y perdido, aquellas que les traen perdón y paz”.
Kerr indica que “esta última visión no solo es más completa, sino que también considera a la persona en su totalidad en el contexto de su vida”. La doctora acompañante y encargada de redactar el libro comenta que al no conocer a los pacientes se siente como escribir una simple ficción.
Los trabajos realizados sobre esta temática indican que la gran mayoría de los pacientes experimentan esos momentos, pero cada uno lo hace de diferente manera. “Ésta es la paradoja de la muerte: vemos un deterioro físico, pero el paciente puede estar muy vivo, incluso iluminado, emocional y espiritualmente”, expresa el doctor.