Una mujer atraviesa una insólita disputa con una casa de rescate que no le permite recuperar a su mascota. Es que, por un complicado diagnóstico de salud, varios veterinarios le recomendaron a Kristie Pereira que sacrificara a su perro. Sin embargo, un año después de llevar al canino a un refugio para realizar dicho proceso, la estadounidense no solo se enteró de que el perruno seguía con vida, sino de que estaba en adopción.
“Decían que lo abandoné y que lo dejé morir. Que nunca me preocupé por él”, expresó entre lagrimas la mujer de 32 años, luego de que se enterara que el refugio que debía sacrificar a su perro lo había devuelto a una casa de rescate.
Todo comenzó en 2022, cuando Kristie Pereira, residente de San Antonio, adoptó a Beau, una mezcla de sabueso, de la fundación protectora “Lost Dog & Cat Rescue”. Al llevarlo a vivir con ella cuando el cachorro tenía tan solo dos meses, ambos desarrollaron un vínculo profundo y eran inseparables. Según informó la agencia AP, el canino no se alejaba de Pereira ni siquiera cuando ella debía trabajar.
No obstante, Beau comenzó a mostrar problemas de salud al poco tiempo, por lo que la mujer se apresuró en llevarlo a un veterinario. Allí surgieron dos hipótesis. Por un lado, le informaron a Pereira que su perro podría tener un problema neurológico por el hecho de que no podía levantar sus patas traseras, lo cual implicaba un escenario más serio.
Por otro lado, había posibilidades de que su afección se debiera a un problema hepático. La balanza se inclinó más hacia esta última opción, por lo que los profesionales enviaron a Pereira y a Beau a casa con la anticipación de que, si era un problema del hígado, se “vería una mejora bastante rápida”. Lamentablemente, este no fue el caso y, al cabo de unos días, la condición del perruno empeoró.
En este marco, Pereira acudió con un equipo de veterinarios para encontrar una solución al grave padecimiento de Beau, pero los expertos le indicaron que “hay muy pocas posibilidades de encontrar lo que está mal” e “incluso si lo hacemos, hay una posibilidad aún menor de que sea algo que podamos solucionar”.
En este funesto panorama, los médicos le aconsejaron que lo más humano en esta ocasión sería sacrificar al perruno. No obstante, Kristie aún mantenía esperanzas de salvar a su compañero y, por varios meses, evitó llegar a ese punto. En rigor, la agencia AP reveló que la mujer estaba dispuesta a pagar una suma de, aproximadamente, 12 mil dólares para los estudios y análisis a los que debía someter a Beau para curarlo.
Al cabo de un mes, en 2023, Pereira aceptó la sugerencia de los veterinarios y acudió con una carta escrita por uno de los médicos al Montgomery County Animal Services (MCAS). Allí se dejaba constancia de que la calidad de vida del canino no era buena. Asimismo, Kristie se contactó con la casa de protección en donde adoptó a Beau durante este proceso y reveló que ellos le “dieron ese apoyo y ese aliento que, aunque es difícil, a veces es lo mejor que se puede hacer”.
El refugio que debía “poner a dormir” a Beau lo devolvió a la casa de rescate
En Maryland, Kristie acudió al refugio de animales MCAS en el que pagó 15 dólares para que le aplicaran la eutanasia a Beau. En aquel momento, la organización le informó que ella no podía estar presente durante le proceso por motivos relacionados a políticas del lugar.
Un año más tarde, cuando la mujer que reside en San Antonio se encontraba de visita en la casa de su madre ubicada en Maryland, recordó el sitio web de la fundación en la que adoptó a Beau y decidió ver las imágenes.
Para su sorpresa, allí encontró una foto reciente de un perro que, aunque un poco más grande, era muy parecido a Beau e, incluso, tenía las mismas marcas en su rostro. Para dejar de darle vueltas al asunto, Kristie se puso en contacto con el refugio MCAS y ellos mismos le informaron que el canino no había sido “puesto a dormir” porque los veterinarios de esa organización no lo encontraron necesario.
Según informó la agencia AP, tras realizarle una serie de nuevos estudios y pruebas a Beau, los médicos constataron que se trataba de una afección hepática y lo sometieron a una cirugía de 7 mil dólares. Luego, el canino fue devuelto a la fundación Lost Dog & Cat Rescue, pero en ningún momento pusieron a Kristie al tanto de todo este proceso.
Ahora, Pereira intenta recupera a Beau quien ya se encuentra en buen estado de salud. Para ello, la estadounidense se contactó con la casa de rescate y se ofreció a pagar el costo de la operación, pero no obtuvo respuestas favorables del lugar.
“La persona que me llamó fue muy maleducada e irrespetuosa y realmente desagradable conmigo”, denunció y, entre lágrimas, añadió: “Solo decían que lo abandoné y que lo dejé morir. Que nunca me preocupé por él”.
Asimismo, Kristie añadió que desde la fundación le dijeron que Beau “nunca volverá” con ella. En este sentido, desde MCAS detallaron que ellos “no realojan a un perro entregado por su dueño con su antiguo adoptante/propietario”.
“Nuestra misión es salvar de la eutanasia a los perros adoptables y seguros para la sociedad”, continuaron. En adición, resaltaron que “hace un año que no lo tenemos a nuestro cuidado” y, por contrato, están obligados a devolver a los animales a organizaciones protectoras cuando estos han sido puestos a su disposición.