La tragedia familiar ha conmovido por completo a todo Venezuela en los últimos días. En 42 días todos los integrantes murieron por coronavirus. El hecho comenzó con la madre del hogar quien ocultó los síntomas por miedo. En pocos días su marido y sus tres hijos siguieron su misma “suerte”.
La madre de la familia llamada Verónica García Fuentes, de 33 años, comenzó a sentirse mal a partir de la segunda semana de diciembre: tenía fiebre alta, congestión y cansancio corporal. A los pocos días, tras realizarse una prueba PCR en el Centro de Diagnóstico Integral en la ciudad de Táriba le confirmaron que tenía COVID-19.
Según informaron medios del vecino país, por el miedo a la enfermedad, la mujer no le contó a nadie lo que sucedía, ni siquiera a su propia familia. Sin embargo, decidió aislarse en su casa y acudió a un médico privado al que tampoco le dijo la verdad, ni le mostró los resultados. El argumento siempre fue que enfrentaba una “gripe muy fuerte”.
Los miembros de su familia continuaron con su vida regular hasta el día que el esposo, José Antonio, asistió a una reunión de trabajo a fin de año y ese encuentro, con unas 20 personas, encendió la señal de alarma en Verónica. Fue entonces cuando la mujer reveló que era positiva en coronavirus.
Al siguiente día, tanto el hombre como sus tres hijos Nicol, de 17 años, y los mellizos Jhoneider y Jhoneiker, se realizaron un primer test que dio negativo.
Días después empezó la odisea en la familia. El cuadro de Verónica se complicó y debió ser hospitalizada el 14 de enero a raíz de una neumonía. Para entonces, el resto de la familia ya se había contagiado y los síntomas comenzaron a manifestarse en todos los integrantes.
El matrimonio murió con solo un día de diferencia, en el centro médico venezolano: Verónica el 18 y José Antonio el 19 del mismo mes.
De forma inevitable para los médicos, los niños siguieron el mismo trágico destino. La hija mayor, Nicol, no llegó a ser internada y los mellizos ingresaron con una bronconeumonía avanzada. Todo sucedió 42 días después de conocer el primer positivo.
De acuerdo con el medio de comunicación “La Nación de Venezuela”, los parientes y personas que tuvieron contacto con la familia, se mantienen aisladas pero sin complicaciones en su salud.
“No sabemos dónde se contagió mi cuñada. Hoy está muerta y somos testigos de una tragedia familiar”, dijo Mariela García, hermana de José Antonio.
Además, dolida, llamó a una “convivencia consciente”, y pidió a la población respetar el reiterado pedido de las autoridades de usar tapabocas, lavarse las manos, desinfectar las superficies contantemente y mantener un distancia social de al menos un metro y medio.