América del Norte atraviesa una histórica ola de frío que ha dejado postales y titulares realmente impactantes: desde el choque en cadena entre 100 vehículos debido a las autopistas congeladas, hasta el colapso de los servicios esenciales como el agua potable debido al congelamiento de cañerías y acueductos, millones de personas padecen los efectos de las bajas temperaturas.
Pero en medio del caos y la preocupación, una situación por demás insólita se vivió en las Cataratas del Niágara: el salto de agua se convirtió en un bloque de hielo y atrajo a cientos de curiosos.
Canadá registró las más bajas temperaturas desde el 2017. En algunos lugares, la sensación térmica llegó a los -60 grados Celsius.
Las cataratas del Niágara son un conjunto de cascadas entre las que está la canadiense (Ontario), la estadounidense (Nueva York) y la “catarata Velo de Novia”.
Todas están situadas en el río Niágara, a unos 236 metros sobre el nivel del mar. Su caída es de aproximadamente 51 metros y una parte de ellas quedaron congeladas debido al frío extremo: Canadá registró las más bajas temperaturas desde el 2017, llegando en algunos casos a una sensación térmica de -60 °C.