Las autoridades instaladas en las cuatro regiones ucranianas ocupadas por Rusia han llamado a los hombres en Jersón a unirse a una nueva milicia que acaban de formar, según informa el medio británico The Guardian.
Además, continúan instando a los ciudadanos a salir de la ciudad. Desde el pasado martes se han “evacuado” a alrededor de 25.000 personas. La región de Jersón, una de las cuatro anexionadas por Rusia junto a Zaporiyia, Donetsk y Lugansk, es clave tanto para Rusia como para Ucrania entre otras cosas, por su proximidad con el río Dniéper.
El ministro de Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, ha anunciado que le ha pedido al presidente del Organismo Internacional de la Energía Atómica, Rafael Grossi, que envíe expertos a las instalaciones nucleares de Ucrania que ayuden a rechazar las afirmaciones de Rusia sobre la “bomba sucia”.
Según ha confirmado Kuleba, Grossi ha aceptado. “A diferencia de Rusia, Ucrania siempre ha sido y sigue siendo transparente”, escribió en Twitter. “No tenemos nada que ocultar”, agregó.
Rusia presentará este lunes ante la ONU el tema de la presunta “bomba sucia” ucraniana abordado la víspera por el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, en conversaciones con homólogos de varios países, según anunció el jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov.
Una “bomba sucia” es un artefacto explosivo que, una vez detonado, disemina elementos radiactivos en la atmósfera y en la superficie del terreno, con la consiguiente contaminación.
“Tenemos informaciones concretas sobre instituciones ucranianas, centros de investigación científica, que disponen de las tecnologías que permiten crear esta ‘bomba sucia’, tenemos informaciones que verificamos reiteradamente por los canales correspondientes de que no es una sospecha vana”, añadió.