En paralelo a los prometedores resultados de la producida por la empresa Moderna, la posible vacuna contra la Covid-19 desarrollada por el Instituto Jenner, de la Universidad de Oxford (Reino Unido), también ha sido un éxito en su primera fase de estudio en humanos. Según los científicos, podría estar lista en septiembre.
De acuerdo con The Telegraph, la vacuna generó en los pacientes que participaron de la prueba una “doble defensa”: las muestras de sangre extraídas a los voluntarios mostraron que la dosis había producido tanto anticuerpos como linfocitos T citotóxicos, los cuales atacan y neutralizan células infectadas.
Los científicos destacaron la producción de este tipo de linfocitos porque, a diferencia de los anticuerpos -que distintos estudios sugirieron pueden desaparecer después de algunos meses-, esta respuesta inmune puede permanecer en circulación durante años.
La fase de estudio en humanos de la vacuna de Oxford y la empresa farmacéutica AstraZeneca comenzó en abril, con la participación de unos 1.000 voluntarios sanos. David Carpenter, presidente del comité de Ética de Investigación de Berkshire, que aprobó el ensayo de Oxford y continúa trabajando con este grupo de científicos, afirmó que el equipo estaba “absolutamente encaminado” a lograr la vacuna.
“Nadie puede poner fechas finales... Las cosas podrían salir mal, pero la realidad es que al trabajar con una gran compañía farmacéutica, esa vacuna podría estar bastante disponible en septiembre y ese es el tipo de objetivo en el que se está trabajando”, subrayó.
No obstante, el ministro británico de Sanidad, Matt Hancock, indicó que los investigadores, entre los que también hay un equipo del Imperial College London, trabajan para lograr el “mejor escenario” que posibilite poner en circulación una vacuna a lo largo de este año, aunque admitió que es más probable que esto suceda en 2021.
Más allá de Inglaterra, actualmente, el proyecto de Oxford lleva a cabo otra fase distinta: un estudio de fase 3 en Brasil y Sudáfrica. En el el país sudamericano, 2.000 voluntarios se han inoculado desde el 23 de junio. AstraZeneca ya había anunciado que duplicó en estos meses su capacidad de fabricación y podría producir 2.000 millones de dosis. La mitad de ellas serían enviadas a países en desarrollo.
La optimista noticia de Oxford llegó horas después de lo anunciado por la compañía de biotecnología Moderna, en Estados Unidos. Según explicaron los científicos involucrados en el proceso, 45 personas que participaron en la etapa inicial desarrollaron una cantidad de anticuerpos comparable a la de aquellas personas que superaron la enfermedad de manera natural.
El gobierno de Estados Unidos espera tener los resultados de la última etapa de ensayos para finales de este año. De suceder, representaría un récord de velocidad para el desarrollo de una vacuna.
Vale aclarar que Moderna todavía no comienza con la fase final de sus pruebas. Lo hará el próximo 27 de julio, cuando inocule a 30.000 personas en 87 sitios distintos a lo largo de Estados Unidos.
En Argentina, es otra la vacuna que será probada. Se trata de la desarrollada por Pfizer y BioNTech, que ya pasó las pruebas iniciales de seguridad en Alemania y los Estados Unidos. En contexto de ensay clínico, será aplicada desde agosto a personas que se inscriban de manera voluntaria.
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