La intensa tormenta que azota Rusia y las zonas ocupadas de Ucrania dejó al menos cuatro personas fallecidas y sin electricidad a dos millones de personas, según informaron las autoridades y los medios rusos.
Conocida como la “tormenta del siglo” o “mega tormenta”, este fenómeno meteorológico golpeó con fuertes ráfagas de viento y olas gigantes, afectando especialmente a Crimea, la península ucraniana anexada por Moscú en 2014, así como al sur de Rusia y a regiones parcialmente ocupadas de Donetsk, Lugansk, Zaporiya y Jersón en Ucrania, según el Ministerio ruso de Energía.
Las autoridades reportaron la muerte de cuatro personas, incluyendo a un hombre en Sochi y otro en Crimea, quienes perdieron la vida al acercarse al agua durante la tormenta. Otro falleció a bordo de un barco en el estrecho de Kerch, que conecta Crimea con Rusia, y un cuerpo fue encontrado en Novorossíisk, en la región de Krasnodar.
A las 07H00 GMT del lunes, aproximadamente “1,9 millones de personas” seguían sin electricidad en estas regiones debido a las “condiciones meteorológicas adversas”, informó el Ministerio de Energía ruso. Solo en Crimea, alrededor de 400.000 personas quedaron sin suministro eléctrico, según la empresa energética Krymenergo.
El presidente ruso, Vladímir Putin, recibió informes sobre los “desastres meteorológicos” y ordenó medidas inmediatas para ayudar a las regiones afectadas. El Consorcio del Oleoducto del Caspio anunció que suspendía la carga de petróleo y que ponía a sus petroleros a salvo debido a “condiciones meteorológicas extremadamente adversas”, con rachas de viento de hasta 86 km/h y olas de hasta ocho metros.
El gobernador de Crimea, Serguei Aksionov, declaró el estado de emergencia y anunció un día sin trabajo en la región. En Ucrania, la tormenta de nieve dejó a más de 2.000 localidades sin electricidad y bloqueó carreteras.
“Hemos vivido un verdadero ‘Armagedon’: los habitantes no recuerdan haber visto vientos y olas tan potentes”, declaró a la televisión rusa Rossia 24 el presidente del Parlamento de Crimea, Vladímir Konstantinov.