El incidente diplomático con Ucrania provocado por las declaraciones del jefe de la marina alemana puso en aprietos al gobierno de Olaf Scholz quien ha tenido dificultades para convencer sobre su voluntad de mantenerse firme con Rusia.
Un episodio que Berlín habría querido evitar: al calificar de “sandez” la idea de que Rusia podría invadir Ucrania y considerar que Vladimir Putin “probablemente merece” respeto, el jefe de la marina alemana desató gran agitación.
Pese a su destitución forzada el sábado de noche, 24 horas después de difundirse tales declaraciones realizadas en India, la irritación de Kiev continúa siendo muy fuerte. Ésta también se alimenta de la persistencia de Alemania en no brindarle armas.
En tanto los occidentales llevan semanas inquietos por el riesgo de una invasión rusa a Ucrania, y Estados Unidos, Reino Unido y los países bálticos anunciaran el envío de armas a este país, Berlín considera que esta forma de apoyo solamente exacerbaría las tensiones.
“La única política pertinente es permitirnos defendernos”, replicó este domingo, en entrevista con el diario alemán Welt am Sonntag, el ministro de Relaciones Exteriores ucraniano, Dmitro Kuleba, volviendo a mencionar su “decepción” por la posición alemana.
A comienzos de esta semana, había recibido en Kiev a la jefa de la diplomacia alemana, la ecologista Annalena Baerbock, quien le aseguró que su país haría “todo lo posible para garantizar la seguridad de Ucrania”.
La misma intransigencia que ha mostrado el canciller, el socialdemócrata Olaf Scholz, quien no cesa de repetir que cualquier agresión rusa a Ucrania tendrá un “elevado costo” para Moscú, como repitió en una entrevista publicada este domingo por el Süddeutsche Zeitung, en la que, no obstante, hace también un llamado a la “prudencia”.
Por su parte, el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, preocupado por dar la imagen de un frente unido con sus aliados frente a Moscú, aseguró el domingo que no tenía “ninguna duda” sobre la determinación de Alemania frente a Rusia. La semana pasada, se reunió con Olaf Scholz.
Blinken también respondió a las críticas del presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, quien recientemente sugirió que Occidente imponga sanciones a Rusia de forma preventiva.
Pero Blinken descartó la idea de castigar a Rusia antes de cualquier invasión de la ex república soviética y dijo que las sanciones deberían usarse como un medio para “disuadir” a Moscú de emprender más agresiones contra Ucrania.