Profesores de un colegio de España fueron a dar clase usando falda. Los docentes se pusieron de acuerdo para darle una lección a los estudiantes tras observar un acto homofóbico.
Ocurrió en la escuela de primaria Virgen de Sacedón, ubicada en Pedrajas de San Esteban. Manuel Ortega y Borja Velázquez, de 37 y 36 años, fueron vestidos de esa manera para que los chicos entendieran que la ropa no significa nada.
Todo empezó cuando Ortega escuchó en el aula un insulto homofóbico hacia un chico que llevaba una remera con dibujos manga. Al recibir la agresión el joven bajó la cabeza y se terminó sacando la remera en un gesto de vergüenza.
Esto alarmó al docente y decidió tomar cartas en el asunto. Tras una charla con Velásquez, jefe de estudios, los dos decidieron ir a la escuela usando una falda.
Cabe destacar que ambos educadores son referentes en materia de inclusión y diversidad en esa institución educativa. Así, el 2 de mayo pasado llevaron a cabo su innovadora idea.
Velázquez se puso una falda tipo escocesa y su colega eligió un jumper azul. De esta manera le demostraron a los niños que la ropa, al igual que los objetos, no tienen género.
Los dos docentes aseguran que han notado cambios y más respeto hacia gustos distintos y con disculpas sinceras en caso de insultos. No obstante, afirman que no puede limitarse a una sola acción sino que este tipo de iniciativas debe complementarse con otros elementos.
Según informó el diario El País, el colegio cuenta con un rincón violeta para ilustrar sobre conductas tóxicas en las relaciones o un botiquín de la no violencia, creado por los estudiantes, con medicamentos como “tiritas para el respeto” o “esparabrazos”.
Antecedente
Hace unos años el profesor de Sevilla, Manuel Sánchez, se puso un suéter rosado para ir a clase y le dijeron que “era de niñas”.
El docente les explicó a los niños que los colores no son de nadie y no se pueden asignar prendas a hombres o mujeres, con ejemplos como las faldas en los escoceses o la normalización de los pantalones femeninos.
Al darse cuenta que era un “modelo” para sus alumnos Sánchez se pintó las uñas y poco a poco los chicos fueron naturalizando la diversidad y sienten confianza para expresarse como quieran.
Sánchez ha notado un aumento en respeto y tolerancia e invita a extender estas actitudes y acompañarlas de más implicación: “No es solo hacernos la foto, es un proceso largo”.