Margarita II de Dinamarca es la única reina de Europa con el reinado más largo del continente y tomó una decisión tajante que no le sentó nada bien a su nuera. La monarca retiró su título principesco a los cuatro hijos de su hijo Joaquín para permitirles vivir una vida más normal, anunció el miércoles la casa real.
“A partir del 1 de enero de 2023, los descendientes de Su Alteza Real el Príncipe Joaquín solo podrán utilizar sus títulos de Conde y Condesa de Monpezat, caducando así sus títulos anteriores de Príncipe y Princesa de Dinamarca”, escribió el tribunal de Dinamarca en un comunicado.
Hijo menor de la reina, el príncipe Joaquín, de 53 años, tiene cuatro hijos de 23 a 10 años, nacidos de dos matrimonios: Nicolás, Félix, Enrique y Atenea.
“Su Majestad la reina desea crear un marco en el que estos cuatro nietos puedan dar forma a sus propias vidas sin estar limitados por las consideraciones y obligaciones particulares que implica una afiliación formal a la Casa Real”, precisa el texto.
La madre de los dos hijos mayores del príncipe expresó su perplejidad y “sorpresa”.
“Los niños se sienten excluidos. No pueden entender por qué se les quita su identidad”, afirmó la condesa Alejandra al diario B.T.
A partir del próximo enero, los cuatro conservarán solo sus títulos de condes y condesas de Monpezat, por su difunto abuelo, el príncipe Enrique, de origen francés; así como su lugar en la línea de sucesión al trono danés.
“La decisión de la reina está en línea con ajustes similares que otras casas reales han hecho en los últimos años”, señala el comunicado.
Según fuentes de EFE, los otros cuatro nietos de la reina, hijos del príncipe heredero Federico, de 54 años, conservan sus títulos, pero en la edad adulta solo el mayor recibirá un privilegio, una decisión tomada en 2016.
El rey Carlos Gustavo de Suecia adoptó una resolución parecida hace tres años, cuando suprimió de la Casa Real a varios de sus nietos y solo mantuvo a los dos hijos de la princesa heredera Victoria: Estela y Óscar.