En una decisión que generó polémica y reacciones inmediatas, la presidenta de la Asamblea Nacional de Francia, Yael Braun-Pivet, anunció hoy que no permitirá la votación de un proyecto de ley presentado por la oposición de centro que buscaba derogar la reforma jubilatoria impulsada por el presidente Emmanuel Macron.
La propuesta de la oposición de izquierda tenía como objetivo revertir el aumento de la edad jubilatoria de 62 a 64 años, una medida que fue ampliamente criticada y desató masivas protestas en todo el país. Sin embargo, el Gobierno de la primera ministra, Élisabeth Borne, defendió la reforma y respaldó la decisión de Braun-Pivet.
La reforma jubilatoria de Macron fue aprobada por decreto presidencial, evitando el aval del Parlamento, debido a la alta probabilidad de rechazo en la Asamblea Nacional. Esta situación generó controversia y llevó a la oposición a presentar una nueva moción de censura contra el Gobierno.
Braun-Pivet justificó su decisión de bloquear la votación invocando la Constitución francesa, argumentando que el proyecto de ley opositor implicaría un gasto adicional de 15.000 millones de euros para el Estado, lo cual estaría prohibido, según el artículo 40 de la Constitución.
La oposición de izquierda reaccionó de inmediato y anunció que presentará una nueva moción de censura contra el Gobierno de la primera ministra Élisabeth Borne, que defiende a ultranza la suba de la edad jubilatoria de 62 a 64 años.
La primera ministra Élisabeth Borne respaldó la decisión de la presidenta de la Asamblea Nacional y calificó el proyecto de ley de la oposición como anticonstitucional, mientras criticaba a la oposición por su postura irresponsable.
Ante esta situación, la principal formación de izquierda en el Parlamento, Francia Insumisa (LFI), anunció que presentará una nueva moción de censura contra el Gobierno con el objetivo de corregir la reforma de las pensiones. La jefa de la bancada de LFI, Mathilde Panot, consideró la decisión de Braun-Pivet como un “golpe de fuerza” y expresó preocupación por el precedente que esto podría sentar en términos democráticos.