Naciones Unidas suspendió y detuvo a ocho efectivos de las fuerzas de paz en el este del Congo debido a denuncias de explotación sexual. La organización emitió un comunicado el miércoles en el que anunciaba que había respondido con firmeza a informes sobre graves faltas cometidas por los efectivos de paz.
Estos ocho soldados, todos ellos de nacionalidad sudafricana, se encuentran detenidos en la ciudad de Beni, provincia de Kivu del Norte. Según un funcionario de la ONU que habló bajo condición de anonimato debido a no estar autorizado a proporcionar detalles específicos del caso, los efectivos fueron sorprendidos en un bar no autorizado después del toque de queda, junto a prostitutas.
El este del Congo es escenario de conflicto durante décadas, donde más de 120 grupos armados compiten por el control de tierras y valiosas minas minerales. A pesar de la presencia de más de 12,000 cascos azules de la ONU en la región, cuya misión incluye proteger a los civiles y disuadir a los grupos armados, el conflicto persiste y se agrava.
Los rebeldes del M23 perpetraron ataques que cobraron la vida de numerosos civiles, incluyendo mujeres y niños. Recientemente, un grupo armado asaltó una aldea minera en Fizi, provincia de Kivu del Sur, resultando en la muerte de cuatro personas, incluyendo dos ciudadanos chinos.
En los últimos meses, se repitieron las protestas contra la misión de la ONU, con acusaciones de que no los protege adecuadamente. El gobierno congoleño dijo que la ONU debe retirarse del país en 3034.
Las acusaciones de abusos sexuales por los soldados de la ONU en el Congo no son nuevas y en el pasado se la consideró el epicentro de la crisis de abusos sexuales por los cascos azules.