El director de la Organización Mundial de la Salud para Europa, Hans Kluge, informó este jueves que hasta el 50% de los servicios para tratar el cáncer en los hospitales de Europa se vieron interrumpidos por la pandemia. Kluge indicó que la COVID-19 tuvo un “impacto catastrófico” en las personas con cáncer en los últimos dos años y agregó que los 53 países de la región de Europa y Asia Central registraron 12 millones de casos semanales de coronavirus, el recuento semanal más alto desde el comienzo de la pandemia.
”La forma en la que la pandemia retrasa la atención al cáncer y crea retrasos en los servicios es una interacción mortal”, sostuvo Kluge. Según Kluge, una de cada cuatro personas en Europa y Asia Central se hará un diagnóstico de cáncer en su vida. Kluge recordó que el viernes es el Día Mundial contra el Cáncer y que es “una de las principales causas de mortalidad y morbilidad en la región europea de la OMS”. “Representa más del 20% de todas las muertes”, dijo Kluge. Respecto a la situación de la pandemia, Kluge manifestó que la nueva incidencia de casos de la COVID-19 está impulsada principalmente por la variante ómicron “a medida que se desplaza de oeste a este”.
Kluge mencionó que el 30% de todos los casos de la COVID-19, desde el comienzo de la pandemia se informaron este año y que, hasta la fecha, hubo casi 150 millones de casos reportados de la COVID-19 en la región. ”Las hospitalizaciones continúan aumentando en la región”, mencionó Kluge. Sin embargo, este aumento no es tan rápido como la tasa de incidencia de casos y, en general, dijo Kluge, las admisiones a cuidados intensivos no aumentaron significativamente. Así mismo, el número de muertes en la región está comenzando a estabilizarse. En cuanto a sus declaraciones de la semana pasada, en las que habló sobre un “plausible final de la pandemia”, Kluge aclaró que estas no quieren decir que todo haya terminado, sino que quiso decir que, en la región europea, existe una oportunidad única para tomar el control de la transmisión.
”A medida que avanzamos, el mantenimiento de los servicios de salud esenciales, incluidos los servicios del cáncer, desde la prevención, la detección temprana, el diagnóstico, el tratamiento y los cuidados paliativos, debe ser un componente de la planificación y respuesta ante emergencias”, sentenció Kluge.