En 1977, la NASA envió al espacio la sonda espacial Voyager 1, a la que la separan de nuestro planeta 23.500 millones de kilómetros. Más allá de la enorme distancia, el artefacto ha enviado a la Tierra datos clave que han permitido, entre otras cosas, captar el sonido del gas interestelar.
Sin embargo, desde mayo se han registrado retrasos en la llegada de información desde la sonda hasta los centros de control de la NASA. La causa de este problema tiene que ver con algunas fallas en el módulo que garantiza que la antena de la sonda apunte en dirección a la Tierra.
Aunque los científicos espaciales no han terminado de descubrir la razón de este problema, detectaron que la sonda empezó a enviar datos desde una computadora puesta en receso desde hace años. La causa de este cambio y cómo fue que se produjo son cuestiones que tampoco han podido ser esclarecidas todavía.
Reparación a control remoto
Lo que sí logró la NASA fue desviar de nuevo la cadena de comandos del módulo afectado en la nave. Es de destacar que esto fue posible incluso con los 23.500 kilómetros de distancia. Los técnicos de la agencia espacial pudieron reenviar los datos correctos y así restituir el flujo de datos desde la computadora correcta. Sin embargo, creen que la falla se encuentra en algún circuito de otro componente de la nave.
Por medio del sitio oficial de la NASA, Suzanne Dodd, directora del proyecto, afirmó: “Nos alegra tener de nuevo toda la información telemétrica” desde la Voyager. Además, agregó que más allá de la persistencia de la falla en la sonda espacial, la operación general de la nave no se encuentra en riesgo, ni en el corto ni en el largo plazo. Según comentó, es natural que al pasar tantos años, algunos componentes ya no se usen más.