Un marinero sobrevivió luego de pasar 60 horas en el interior de un barco en el mar. Harrison Okene permaneció en una “burbuja” que le permitió seguir con vida después de la tragedia.
El nigeriano trabajaba como cocinero a bordo de un remolcador. Un día, cuando estaban a unos 32 kilómetros de la costa de Nigeria, el barco naufragó y se hundió.
“Acababa de ir al baño. Cerré la puerta y estaba sentado sobre el inodoro cuando el barco se dio vuelta hacia el lado izquierdo”, contó el hombre a BBC.
El hundimiento fue tan rápido que ninguno de los 13 tripulantes logró subir a cubierta antes de que el buque se llenara de agua. “Lo siguiente que vi fue que el inodoro sobre el que estaba sentado de golpe estaba sobre mi cabeza”, recordó.
“Logré abrir la puerta y salir, pero no pude encontrar a nadie allí. La fuerza del agua me empujó hacia una de las cabinas y quedé atrapado allí”, dijo. Okene quedó atrapado en una “burbuja” de aire. Esto le permitió sobrevivir durante tres días.
El momento del rescate
Tras el hundimiento, en mayo de 2013, la empresa del Jascson 4, West African Ventures, envió a un equipo a examinar el barco. Debido a la cantidad de horas que habían pasado, ya habían dado por muertos a todos los tripulantes.
La encargada de llevar a cabo esa misión era la empresa de buceo neerlandesa DCN Global. Los buceadores fueron llevados hasta el fondo del mar en una cámara presurizada.
En su confinamiento, Harrison puso escuchar como los buceadores rompían las puertas del remolcador. De inmediato, comenzó a golpear las paredes de la cabina para llamar la atención.
Lo primero que vio fue el reflejo de una linterna. “Me metí debajo del agua para tratar de rastrear esa linterna y, cuando vi que el agua burbujeaba, sabía que era un buceador”, recordó.
Nicolaas van Heerden, el buceador que encontró a Harrison afirmó que fue el momento más aterrador de su carrera.
“Solo quise tocarlo y alejarme porque sabía que se iba a asustar y no me quería lastimar”, cuenta por su parte Harrison, quien dicen que él “también sentía miedo”, y que estaba tan sorprendido de que hubiera sobrevivido.
“No podíamos simplemente llevarlo a la superficie. Había que descomprimirlo y encontrar una forma segura de sacarlo”. Los rescatistas le llevaron un equipo de buceo y le explicaron cómo usarlo. Luego, lo condujeron lentamente a través del barco hundido.
Seguí leyendo
