La relación entre Elon Musk y su hija trans, Vivian Jenna Wilson, parece haber llegado a un punto de no retorno. En una reciente publicación en redes sociales, Wilson anunció su decisión de dejar Estados Unidos tras la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales. La joven, de 20 años, había cortado lazos con su padre en 2022, cuando a los 18 años solicitó legalmente cambiar su nombre y género, lo que le permitió distanciarse de Musk y tomar el apellido de su madre, Justine Wilson, con quien el multimillonario se divorció en 2008.
Wilson expresó que no deseaba estar asociado con su padre biológico, quien, en el pasado, ha sido uno de los principales apoyos de la campaña de Trump, donando millones de dólares a su reelección. En un mensaje publicado en Threads, la hija de Musk declaró: “No veo mi futuro en Estados Unidos” y afirmó que incluso si las políticas anti-trans no se implementarán de inmediato bajo el nuevo mandato de Trump, “las personas que votaron por esto no se irán a ningún lado en el corto plazo”.
El distanciamiento entre padre e hija se agudizó a lo largo de los años. Musk, en entrevistas anteriores, culpó a las universidades de élite ya los “neomarxistas” de su relación tensa con Wilson, acusando a la educación de su hija de haberla alejada de sus principios. En una conversación con el biógrafo Walter Isaacson, Musk lamentó que su hija se hubiera alejado del “socialismo” para convertirse en una “comunista plena”. Por otro lado, Wilson ha sido crítica de su padre, acusándolo de ser un “padre ausente” y de no aceptar su transición. En una entrevista con NBC News, describió a Musk como “frío” y “cruel”, y relató momentos dolorosos de su infancia en los que sentía que su padre la acosaba debido a sus rasgos afeminados.
La joven no ha ocultado su malestar con las posturas políticas de Musk y su apoyo abierto a Trump, un tema que la llevó a tomar la decisión de abandonar el país. Su mensaje en redes sociales refleja la distancia no solo emocional, sino también ideológica con su padre, un hombre con un patrimonio neto estimado en 285.600 millones de dólares y cuya figura polariza tanto a seguidores como detractores.