Este lunes, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden realizó una conferencia telefónica con varios líderes mundiales europeos y de países miembros del G7 y de la OTAN, con el objetivo de reforzar la unidad contra Rusia, tras la invasión del Ejército de Vladimir Putin en Ucrania.
Según informaron desde la Casa Blanca, la llamada comenzó a las 11.32 horas en Washington y participaron en total doce líderes de países e instituciones multilaterales que trabajarán mancomunadamente.
En la charla estuvieron presentes Biden, el canciller de Alemania, Olaf Scholz; el presidente de Francia, Emmanuel Macron; el primer ministro británico, Boris Johnson; y sus homólogos de Canadá, Justin Trudeau; Italia, Mario Draghi; y Japón, primer ministro de Japón, Fumio Kishida.
También contó con la participación de presidentes de Polonia, Andrzej Duda, y de Rumanía, Klaus Iohannis; además del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.
Excepto por el líder japonés, todos los demás ya habían participado en otra llamada organizada por Biden el pasado 11 de febrero, casi dos semanas antes de la invasión rusa.
En conclusión, los líderes políticos decidieron “tomar medidas adicionales para garantizar la seguridad y la defensa de todos los aliados” y se comprometieron a ajustarse a “una ‘nueva normalidad’ en la seguridad europea, debido a los continuos esfuerzos de Rusia por socavar los principios fundamentales mediante el uso de la fuerza”.
Además, el comunicado de la OTAN ratifica la “fuerte unidad y compromiso de continuar trabajando juntos para abordar la amenaza más grave a la seguridad euroatlántica en décadas”.
Además de repasar el conjunto “sin precedentes” de sanciones del bloque “como resultado del comportamiento agresivo de Rusia”, insistieron con la exhortación a Moscú para que frene la invasión, retire sus tropas de suelo ucraniano y busque una salida diplomática al conflicto.
Los países acordaron con Biden “continuar su estrecha coordinación en los próximos pasos, entre ellos y con Ucrania”, según el texto de la OTAN.
Por su parte, Stoltenberg repasó en la conversación que en la cumbre extraordinaria del bloque militar de la semana pasada condenó “enérgicamente la invasión injustificada de Rusia como una grave violación del derecho internacional” y lamentó “el papel habilitador de Bielorrusia”, además de reiterar el “pleno apoyo a la soberanía e integridad territorial”.