Esta martes, Jair Bolsonaro, admitió ante un grupo de militantes y activistas, en el Palacio de la Alvorada, la residencia presidencial, que Brasil está quebrado.
El mandatario brasileño explicó que el objetivo de su gobierno es: “cambiar las categorías del impuesto a las ganancias”. Además, responsabilizó a la prensa de la crisis que atraviesa el país.
“Yo quería cambiar las categorías del impuesto a las ganancias, vino el virus, potenciado por estos medios de comunicación que tenemos. Esta prensa sin carácter. Hacen un trabajo incesante de desgaste para sacarnos de aquí (del Gobierno) y atender intereses que no pueden revelar”, dijo Bolsonaro.
Las palabras del presidente llegaron después de que el Gobierno decidiera no renovar los subsidios dados a las empresas para pagar una parte de los salarios a cambio de mantener empleos y el auxilio de emergencia de 120 dólares mensuales que había aprobado el Congreso.
Según el Ministerio de la Ciudadanía, la suspensión de la ayuda de emergencia en diciembre potenció la crisis económica y elevó el desempleo al 14,3 por ciento.
En Brasil, el número de personas que piden subsidios estatales no para de crecer desde 2016, tras la crisis económica y política que desembocó en la destitución de la presidenta Dilma Rousseff.
La quiebra en números
De acuerdo con las cifras oficiales, en octubre de 2020, casi 40 millones de personas se encuentran en la línea de la pobreza, viviendo con 89 reales mensuales (16 dólares).
En febrero de 2016, las familias en situación de miseria eran de 11.898.567 y en octubre de 2020 pasaron a ser 14.058.673. Desde la asunción del actual presidente, 1.3 millones de familias cayeron en la miseria.
El presidente Bolsonaro declaró “quebrado” al país en plena campaña para que el “Centrao”, alianza de partidos tradicionales de la derecha, gane la elección para presidir la Cámara de Diputados con Arthur Lira, del Partido Progresista (PP)…-
Su rival, Baleia Rossi, del Movimiento de la Democracia Brasileña, un aliado del expresidente Michel Temer, reunió a toda la oposición de Bolsonaro, inclusive al Partido de los Trabajadores y otras fuerzas de izquierda como el laborismo de Ciro Gomes.