Tras la muerte de Mahsa Amini, la joven que fue torturada hasta la muerte por fuerzas policiales de Irán al no usar el hiyab de manera correcta, varias protestas han surgido a lo largo del país que condujeron a la suspensión de actividades universitarias, arrestos y la muerte de 35 personas. En ese marco Ebrahim Raisí, presidente de Irán, llamó este sábado a actuar de forma “decisiva”.
Ya se cumplen ocho días de la muerte de Amini luego de ser detenida por la Policía de la moral por llevar mal el velo obligatorio en el país, miles de iraníes volvieron a gritar en las calles “Mujeres, vida, libertad” y “Muerte al dictador” en las calles del país persa.
La muerte de la joven de 22 años tras sufrir un infarto en custodia policial ha galvanizado a muchos iraníes más allá de clase social, etnia o género, a diferencia de otras ocasiones en las que las manifestaciones se redujeron a fragmentados grupos sociales movilizados por la economía.
Las autoridades no informan del número de fallecidos, pero la televisión estatal iraní afirmó este sábado que son ya 35.
En cuanto al número de detenidos, tampoco existen datos oficiales completos, pero solo la provincia de Guilan informó de la detención de 736 alborotadores.
Raisí afirmó este sábado que se debe “actuar de forma decisiva contra los que se oponen a la seguridad y tranquilidad del país” y pidió que se “separe la protesta y la perturbación del orden público”.
De regreso en Teherán tras pasar la última semana en Nueva York, donde participó en la Asamblea General de la ONU, el presidente inauguró el comienzo del año académico en un colegio capitalino.
Aulas cerradas
Sin embargo, las principales universidades de Teherán suspendieron este sábado las clases presenciales y optaron por las enseñanzas “online”, una medida que se aplicará a largo de esta semana.
Las autoridades educativas justificaron la medida por dos feriados de esta semana y la suspensión de las clases presenciales fue anunciada el viernes en la mayoría de casos.
El cambio a las clases “online” se produce a pesar de que internet se encuentra fuertemente restringido en el país desde hace días.
El servicio de internet fijo se encuentra muy ralentizado, mientras que las redes móviles están siendo cortadas por las tardes y noches para controlar las protestas.
La suspensión de las clases presenciales es una medida aparentemente destinada a evitar las protestas que se han sucedido en la última semana en las universidades de la capital.
En vano. La Universidad de Teherán vivió otra jornada de choques entre manifestantes y las fuerzas de seguridad, de acuerdo con vídeos compartidos en redes por activistas y periodistas.
En uno de los videos compartidos por una ONG de derechos humanos, se ve a fuerzas de seguridad golpeando con porras a los manifestantes.
En otra una mujer recibe una descarga eléctrica con un táser.
Periodistas detenidos
A las llamadas de las autoridades a endurecer la represión de las protestas y el cierre de universidades se suma la detención de periodistas y activistas que informaban sobre el terreno de lo que ocurría.
El Comité para la Protección de los Periodistas reportó la detención al menos de 17 reporteros en Irán desde que comenzaron las protestas.
Por su parte, la Asociación de Periodistas de Teherán informó de la detención de 10 miembros de los medios de comunicación de la región.
“Es necesario enfatizar por enésima vez que desde un punto de vista profesional, la cobertura de protestas no es diferente de la cobertura de terremotos, inundaciones, inauguraciones de fábricas o a la publicación de estadísticas de divorcio”, dijo la asociación capitalina, que pidió la liberación de sus “compañeros”.
Entre los detenidos se encuentra la periodista Nilufar Hamedi, que fue de las primeras en reportar la muerte de Amini.
Además, el conocido activista Hossein Ronaghi, que compartía videos e informaciones de las protestas en redes sociales, también fue detenido.
Por otra parte, las autoridades judiciales iraníes negaron este sábado que la ciudad de Oshnavieh haya caído en poder de los “alborotadores” que protestan.
“La ciudad está completamente bajo el control de las fuerzas policiales y la situación es completamente normal”, informó la agencia de noticias de Mizan, del poder judicial.
Mizan también negó que los manifestantes hayan atacado la prisión de Oshnavieh, situada en el este iraní y fronteriza con Irak, y liberado a los presos.