Las Grutas Vaticanas tienen preparadas dos tumbas para recibir los restos de dos los actuales pontífices, tanto el papa emérito –Bendedicto XVI- como el que está ‘en funciones’ –Francisco-.
Se trata de dos espacios ubicados en las Grutas Vaticanas, y uno de ellos reviste especial interés para ambos: se trata de la tumba en la que descansaron durante un tiempo los restos de san Juan XXIII y San Juan Pablo II.
Según lo indica Clarín, que cita al medio romano “Il Messaggero”, ayer se conoció un artículo en el mencionado diario italiano en el que se hace referencia al delicado estado de salud de Ratzinger. Además se destaca que el alemán ya dejó su testamento espiritual.
El diario europeo indica que Benedicto pidió ser sepultado en la ex tumba del Papa polaco.
En este punto comienzan a circular otras versiones sobre el destino final de la cripta donde estuvieron los restos de Karol Wojtyla: la agencia francesa I-media informó que en un sector de las Grutas Vaticanas fue instalado un nuevo sarcófago sin nombre y sin escritos.
Los rumores sostienen que los restos de Ratzinger “irán al sarcófago de mármol” y que los de Francisco reposarán en la tumba que fue de Juan Pablo II.
Esta versión es apuntalada por los dichos del ex vicedirector del diario vaticano “L’Osservatore Romano”, Carlo Di Cicco. Di Cicco aseguró que la morada final de Bergoglio “está colocada en el nicho donde durante 38 años fueron custodiados los restos de Juan XXIII. En la misma tumba entre 2005 y 2011 fue colocado el cuerpo de Juan Pablo II, explica Clarín.
El entonces director de la Sala de Prensa, padre Federico Lombardi, dijo que “no hay ningún misterio detrás de la instalación de esta tumba”.
“Es necesario prever que en las Grutas Vaticanas haya tumbas para los años futuros. Había solo una capilla libre y por lo tanto era sabio prever también otras posibilidades”.
El nuevo lóculo fue construido cerca del que conserva los restos de Pablo VI.