Un ex paracaidista intentó llevar a cabo una proeza al saltar de un helicóptero en vuelo y caer en el mar sin utilizar ningún tipo de protección o ayuda, como intento de superar un récord mundial pero debió ser trasladado al hospital.
El desafío lo llevó adelante el deportista John Bream, conocido como ‘John the Flying Fish’, quien se lanzó desde una altura de casi 40 metros en un salto al vacío que alcanzó la velocidad de 12 kilómetros por hora.
El intrépido deportista de 34 años consiguió su objetivo y se consagró como el dueño de una nueva marca con su arriesgada acción que solo duró cuatro segundos: el récord mundial de caída libre al agua más alta desde una aeronave.
Bream debió ser asistido médicamente tras su salto ya que, según lo señalaron los buzos que rescataron del agua al deportista, se había golpeado la cabeza al aterrizar en el agua y estuvo brevemente inconsciente cuando lo alcanzaron.
El paracaidista que realizó giras en Irak, Afganistán e Irlanda del Norte, aceptó el desafío de recaudar dinero para All Call Signs y Support Our Paras, dos organizaciones benéficas dedicadas a ayudar a los veteranos que luchan con su salud mental.