En Sidney, un boliche llamado Club77 prohíbe las miradas sin consentimiento. Para poder “hacer sociales”, primero se deberá tener el consentimiento verbal de la otra persona, sin ese permiso no podrás hacer contacto visual. La medida se replica en otros lugares, y al respecto, hay voces a favor y en contra de su aplicación.
Según el diario 20minutos, la decisión que ha tomado el local bailable tiene como objetivo luchar y concientizar sobre el acoso. En su cuenta de Instagram manifestaron a través de un comunicado que tal decisión es una manera de hacer frente a los incidentes antes de que ocurran, por lo que trabajan en hacer comprender que comportamientos no son aceptables.
Para reforzar esta decisión, el boliche ahora cuenta con un equipo de seguridad, fácilmente reconocible en el lugar por sus chalecos rosas. Estos patovicas estarán disponibles durante toda la noche para gestionar las quejas y preocupaciones de los asistentes.
“Desafortunadamente, el club ha contado con algunas personas que no comparten nuestros valores y ética en lo que respecta a la cultura, el consentimiento y el acoso”, comenzaba el escrito de la publicación de Instagram. “Si recibimos informes de cualquier comportamiento que haya hecho que alguien se sienta incómodo, la persona denunciada será retirada del local y se llamará a la policía”, expresaron desde la cuenta del boliche justificando su cambio de política de seguridad.
Las opiniones sobre esto no tardaron en llegar. Algunos usuarios frecuentes celebraron la medida entendiendo que se trabaja con el fin de mantener la seguridad del cliente como prioridad. Otros usuarios no comparten esta norma y manifestaron su enojo alegando el fin de la interacción social y el comienzo del uso de normas acordes a la generación de millenials.
